Anítdoto contra impostores del rock patrio: se publica el primer disco de Sweet Daddy Ray

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Hace ya algún tiempo, publiqué en estas mismas páginas un artículo dedicado a una banda compacta, consagrada al directo y al ejercicio musical vehemente, con carácter, con fuertes rasgos norteamericanos, guiños al rock and roll fraguado en mil conciertos sudorosos. La sintonía musical con esta banda fue instantánea, desde el punto de vista de quien escribe: no solamente porque tengo una admiración personal y musical hacia su baterista, sino porque el tejido del que está compuesta su música me resulta entrañable, en el sentido literal del término, si es que existe, es decir, que me sale de las mismas entrañas que ellos. Algo inexplicable que sale del más puro sentimiento, fuera de esnobistas reflexiones musicales, propia de entendidos y modernos que no prestan mucha atención a la música hecha desde el corazón.

Sweet Daddy Ray (el nombre hasta ahora definitivo de Sweet Daddy and The Rays) acaba de publicar su primer disco, el, empecemos de manera directa, impecable “Home From The Sea”. Y no, no estamos hablando de estupideces hechas por hispanohablantes que cantan en inglés, sino de un norteamericano que se expresa, lógicamente, en su idioma, pero que vive en Santander y tiene una banda cántabra.

He podido comprobar su personal evolución musical (y, en algún caso personal también), su carrera de fondo, su acicalamiento constante, sus altibajos, sus cimas y es absolutamente placentero comprobar que han podido coronar el primero de sus ochomiles, estoy seguro: la grabación de su primer disco, en los estudios del Deltono Fernando Macaya (co-productor del álbum), ha sido todo un acontecimiento, vivido en primera persona como algo emocionante de poder escuchar, de poder sentir.

Un disco en el que, a pesar de ser una banda que realiza versiones pasmosas por su calidad, desgranadas en sus directos ya memorables, todas las composiciones son propias. Scotty Ray Bango, norteamericano afincado en Cantabria hace ya muchos años, es el autor de las canciones, un autor sorprendente que renueva las raíces perennes de la música americana, pero no se queda ahí: hay muchos matices que todavía me quedan por descubrir en este disco, guiños, retales de sonido que todavía no he logrado atrapar.

La instrumentación es propia de un grupo que sabe lo que se hace y que conoce y ama la música: dobros, guitarras, banjos, teclados, contrabajos………..vocación de permanencia en un trabajo de una honestidad directa, palpable , que enseguida demuestra que están aquí para quedarse: han macerado su música con mimo, desde esa casa al lado del mar que es el corazón de sus ensayos, rodeada de vacas y de prao, con olor a intenso salitre, azotada por furiosos vientos provenientes de la mar enfurecida….y en calma

Medios tiempos son los que priman, aunque haya explosiones controladas. Un disco esencialmente emocional, sin virtuosismos, pero de una ejecución inmaculada.

No creo acertar en comparaciones. No voy a caer en la trampa de enunciar “suenan a….” porque suenan a ellos mismos. Han trabajado y mucho, para parir un disco de una luminosidad especial, con esencias del mejor rock hecho en España.

No viven de la música, viven la música. Y lo demuestran con estas ocho canciones irresistibles, con una fuerza inusualmente frecuente y que apabulla al neófito, al encontrarse con ellos inesperadamente.

Por cierto, Mon Castellanos es su baterista. Tocó en un grupo llamado Deltonos. Pero eso ya forma parte del pasado. Ahora disfrutemos del presente. Un presente que nos abre las puertas a un horizonte despejado, azotado por el agrio salitre marino y arrullado por el sereno eco de las olas de mi querido mar cantábrico.

Sweet Daddy Ray – “Home from The Sea”, publicado por Miedito Records, 2010.

Sweet Daddy Ray son:

Scotty Ray Bango – Voces, Guitarras, harmónica y percusión
Mon Castellanos – batería, voces y percusión
Fran Díaz – bajo y contrabajo
Balbino Iglesias – Guitarras, dobro, slide, banjo, voces y percusión
Javi Oña – Piano, órgano y teclados

http://www.sweetdaddymusic.com

 


 

 

 

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