Antes que nada quería pedir un favor a los críticos del mundo. Quiten la palabra «indie» de su corrector de estilo, por dios, parece que todo lo que se hace desde mediados de los 90’s con guitarras eléctricas casi sin distorsión, con acordes largos y casi sin punteos es indie, por favor de verdad, que luego nos quejamos que a todo lo de los 40 se le llame Pop.
Gracias por escuchar, ahora puedo empezar.
Formación a dúo por Jon Lawler y Lou Hickey, con acompañamientos de Trompetas, saxos y más farandulaza, amén de decir que tenemos teclados, guitarras, bajos y baterías.
A base de proyecto y de creatividad, ambos dos, lazan disco con mismo nombre y con exquisitez en la escucha. Las canciones van creciendo en cada reproducción y penetran mejor la dichosa membrana clasicista e inmolivista que tenemos en las orejas en cuanto a estilos.
Disco de 11 cortes más 2 bonus, versión del single, “Hollywood” en Directo y otra de regalo, y que regalo esta; «I wish my daddy». Versión de “I am The Resurrection” de The Stone Roses y unas muy recomendables “Like a Full Moon” y “Reste Avec Moi”.
En cuanto a música, pues el disco se compone de algo así como burlesque rozando por los bordes al cabaret, guitarra bastante roquera, muy firmadita por el Fratelli y lo dicho ya, sección magistral de vientos, teclados y más guitarras. Si uno entorna los oídos y se deja llevar, puede llegar a transportarse a esas pelis, de las de antes, de las del blanco y negro, como si estuvieses escuchando una de esas pequeñas orquestas de club selecto de alta sociedad allá por los 50 y 60 en New York, o algo así. Letras de encuentro y desencuentro, las cuales pueden ser muy discutibles, pero hilan muy bien el estilo musical del disco.
Este es uno de esos buenos ejercicios de escucha, de los de oido fino, de los que no vale escucharlo mientras que haces el mamón por casa. Asi que siéntate, te lo escuchas, levantante, ponte un vinito, el que pueda un Champagne, vuelve a sentarte, te lo vuelves a escuchar y me dices.
Manual de Instrucciones para los seguidores de The Fratellis:
1º No intentar buscar estilos ni cosas, tipo chesseleaders de los escoceses.
2º Colgar prejuicios en el perchero.
3º Escuchar el disco entero.
4º Quitar el disco de la pletina (que bonita palabra) y poner el “Costello Music”.
5º Disfrutar cada uno por separado.
Ahora, si ha seguido todos los puntos podrá discurrir cada grupo por separado.
