Crónica Figa Rock 2005

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Como quien no quiere la cosa ha vuelto a pasar caprichosamente el tiempo y ya tenemos a cuestas otra edición (la cuarta) del Figa Rock. Esta vez no voy a explicar lo que es el figarock, puesto que ya lo hice en un emotivo artículo aquí mismo hace justo un año ( https://www.requesound.com/noticia.asp?param=213 ) pero sí me gustaría hablar de mi experiencia en este año, que ha sido sin duda ( y en palabras de su organizador) el mejor Figa Rock hasta la fecha.

Y es que como buenos libertarios la organización que precede el evento es dudosa, o cuanto menos anárkika, no hacen caso de la oferta musical actual ni ganas que tienen, no se guian por lo que se lleva y se deja de llevar, ni por lo que les supondría más o menos pasta…no sufren por repetir artistas ni por perder dinero, ni se preocupan demasiado si al público actual le interesa o no lo que ofrecen…son unos locos vamos…

Por todo ello hace un año me infiltré en las trincheras de estos combatientes de lo libre y espontáneo, y no paré hasta que me aceptaron en sus filas, primero como diseñador del nuevo cartel (que recupera la esencia del primero), luego como amigo del entrañable loco que lucha a primera línea de fuego con su guitarra (llamándose Comandante Rock, ver http://www.comandanterock.org ), y como amigo de todo aquel que le rodea (empezando por su compañera Anna y pasando por toda la tropa figarockera), para posteriormente pasar a realizar un documental con la historia de este evento, estrenándome como guionista, entrevistador y masoca de la subcultura.

El año que viene se avecina una edición, la quinta, realmente especial, pero la de este año…la de este año todavía está reciente.

Ha habido de todo. Por primera vez no han existido prácticamente retrasos en las actuaciones, y casi todos los músicos han podido probar sonido, gran logro, sobre todo porque se ganaron un buen rollazo en el backstage no apto para mitómanos regionales. Se ha cambiado de recinto, años atrás se realizaba a campo abierto, por lo que todo se disgregaba mucho, hasta el frío, este año se consiguió hacer en un recinto (también en pleno campo, pero más protegidos por la geografía del lugar) que hacía las veces de teatro natural, mucho más protegido del frío, mucho mejor para la organización y la concepción de los espacios. Además, la introducción de un segundo escenario pegado al primero hizo que el ritmo fuera constante y ayudó a la organización y el respeto de horarios (y por lo tanto al respeto de los artistas).

Desde el punto de vista de los que hicimos de equipo documental la cosa fué delirante: 48 horas prácticamente sin dormir, con semi-insolaciones y pasándolo de puta madre desde el principio, siendo testigos con nuestras cámaras de cómo avanzaba todo contra toda noción del paso del tiempo. Acogidos inmejorablemente en la morada de «los Mayora» en el casco antiguo de La Figuerosa. Empezamos la fiesta la noche anterior, con jams entre los integrantes de Comandante Rock, Emili Valeriola (Màquina!) y el gran Remigi Palmero, valenciano padre del gran «Humitat Relativa» (1979). Decir de este gran disco que yo no lo conocía, el mismo Remigi me ofreció una copia