Electròccid àccid dioptria xou

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Roger Mas, excelente cantautor del que os recomiendo toda su discografí­a (hay muestras en www.rogermas.net ), me preguntaba el Agosto pasado en una calurosa conversación dentro de un viejo bar del Raval barcelonés, que si lo de la vuelta de Pau Riba al formato eléctrico iba en serio.

Pau, asi­ como otros nombres del underground barcelonés de los 70 (como Jaume Sisa) lleva colaborando en varios discos de Roger Mas (y viceversa) y se conocieron en realidad por motivaciones similares a las que me nos llevan a los de ciertas quintas a acercarnos a este tipo de artistas, en mi opinión es significativa la necesidad de algunos ‘jóvenes de 30’ a conectar con estas almas inconformistas a pesar de los 30 años de diferencia, y de comprobar que efectivamente algo de cierto tiene la teorí­a de que la historia es algo pendular y que todo vuelve, aunque sea en esencia.

8 meses más tarde, en la presentación oficial del espectáculo eléctrico de Pau Riba que lleva por alucinógeno nombre Elecctròccid Àccid Dioptria Xou, en pleno subidón de riego sanguí­neo a primera fila, se me acerca Roger Mas y me dice chillándome al oí­do con su acento solsonés: «m’ho estic passant de putí­ssima mare», y es que lo que sucedió durante el concierto que Pau Riba y Muuu fué la verdadera constatación de que en realidad SI, lo de Pau Riba volviendo al formato eléctrico más trallero de su historia es completamente en serio.

Acto seguido os reproduzco la entusiasmada crí­tica que La Vanguardia hizo del concierto el jueves 21 de abril del 2005, y apuntaré un par de cosas aprovechando el comentario de la crí­tica:



El guerrero decibélico

Aparte de realizar un esfuerzo vocal encomiable, Pau Riba nos maravilló con su lozaní­a y pureza de espí­ritu.

Según cuenta el propio artista, durante la década de 1970 Pau Riba buscó infructuosamente rodearse de una banda de rockeros de alto voltaje o, dicho lisa y llanamente, de heavy metal.

Sabido es que en muchos aspectos este paí­s no da para más y han tenido que transcurrir nada menos que unos treinta años hasta que, por fin, el mejor escritor de rock en la lengua de Llull haya podido ver realizado su sueño.

En el curso de una velada promovida el pasado jueves en la sala Apolo por la Plataforma d’Auto-Editors, Pau Riba compareció cual guerrero decibélico (armado con una reluciente guitarra eléctrica) para presentar su restallante álbum Electráccid áccid Dioptria Xou.

Acompañado por tres jóvenes músicos con mucha garra y un manejo instrumental en verdad de altos vuelos rockeros, Pau Riba puso en liza un puñado de sus canciones más representativas de la primera mitad de los años setenta en versión metálica.


Nada mejor que ‘Brian a clown’, una sucinta y genuina declaración de principios rockera, para destapar la caja de los truenos. Poco después del torbellino eléctrico de ‘Kithou’ y un endurecido ‘Es fa llarg esperar’, Pau Riba defendió con uñas y dientes la psiquedélica y surrealista ‘Lluna robada’, temazo de tomo y lomo que encandiló al personal.

Acto seguido quemó las naves en plan heavy total, con un número de cosecha más reciente, algo así­ como ‘Anar brut’ es una delicia, todo un lúcido canto a la libertad individual y contra la dictadura de las mayorías.

En cuanto al trabajo estrictamente musical, y si se me permite la expresión, este trí­o llamado Muuu sonó de muerte. La potente bajista Bet Gárgola, el inc