Intuicion y Corazon: Adios a Willie Mitchell

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Otro de los grandes de la música del siglo XX se ha ido de este mundo material. Irónicamente, se marchó el mismo día de mi cumpleaños. Y estoy hablando del productor y padrino de uno de mis más adorados – por no decir, mi cantante preferido – intérpretes de soul, el reverendo Al Green.
Willie Mitchell, músico, productor y arreglista del sonido más límpido y sofisticado del soul sureño no creía en los adelantos técnicos. Creía en su instinto. Eso era lo que decía a los ojeadores de Motown, que visitaban el estudio de Mitchell, directamente desde Chicago, quienes se preguntaban cómo lograba Mitchell obtener la pureza de sonido que se plasmaba, milagrosamente, en los soberbios discos que produjo y arregló para Al Green.
El instinto. El “feeling”. O se tiene o no se tiene. Y Willie Mitchell lo tenía.
Mitchell nació en marzo de 1928 en Ashland, Missisipi, pero a muy temprana edad se mudó con su familia a Memphis, el enclave esencial de la música norteamericana. Allí desarrolla su innato talento musical tocando la trompeta, convirtiéndose en un trompetista muy respetado dentro del mundo del jazz y del R&B más incipiente. A partir de 1954, Mitchell se convierte en uno de los músicos más respetados y aclamados dentro del circuito de night clubs, a los que acudían exclusivamente audiencia blanca y “pura”. En ellos, Mitchell lideraba varios combos, compuestos por músicos del más alto nivel.
Su popularidad le permitió buscarse un trabajo extra en los estudios Royal, de la discográfica HI, por entonces en manos del empresario Joe Coughi. Los ya legendarios estudios Royal, enclavados donde antaño se ubicaba una sala de cine, en Lauderdale Street, en el Sur de Memphis. Allí trabaja como cazatalentos, productor y arreglista: lanza una serie de éxitos consecutivos, inspirados instrumentales para las pistas de baile. Al mismo tiempo, sigue con sus conciertos, respaldando a gente como Charlie Rich, Bill Black o Gene Simmons.
Pero volvamos al estudio. Uno de los fuertes pilares sobre los que se basó el sonido de Mitchell fueron los músicos de sesión. Los tres hermanos Hodges (el guitarrista Mabon alias “Teenie”, Leroy como bajista y Charles como organista), el baterista Howard Grimes (a veces, sustituido por el impagable Al Jackson Jr) y el teclista Archie Turner. Los legendarios músicos que acuñaron el nombre de Hi Rhythm, la sección rítmica que acompañó obras maestras de los “hijos” de Mitchell: Ann Peebles, O.V. Wright, Syl Johnson y……….el explosivo Al Green.

Con Green Mitchell buscó un sonido específico: una mezcla de tonalidades provenientes del jazz junto con notas genuinamente nacidas en el R&B sureño. Al Green cosechó un éxito arrollador en los setenta, originando un sonido único e irremplazable que solamente pertenecía a las sutilezas instrumentales y vocales de Mitchell y Green.

Mitchell se retiró de la interpretación musical al acoger a la mina de oro que supuso el reverendo Green; además pasó a ser socio comercial de Hi records, hasta que a finales de los setenta, con la marcha de Green del negocio musical para convertirse en reverendo, Mitchell vende su participación en Hi, aunque continúa su labor de alquimista de sonido en los estudios Royal de Memphis.
Entre otros, colabora con Rod Stewart en la producción y arreglos de su álbum “Atlantic Crossing”; colabora con Keith Richards en su álbum en solitario “Talk is Cheap” y en varias sesiones con Tina Turner o Boz Scaggs
En 2003, Mitchell y Al Green firman una resurrección escalofriante del sonido glorioso de los setenta: con “I Can’t Stop” y “Everything’s OK” (éste de 2005), el tándem revive, con su calidad artística intacta, la gloria sonora de sus obras maestras. Al Green dijo de Mitchell en 2007: “Willie es como mi hermano, mi padre, mi entrenador, mi padrino”.
Willie Mitchell: “Este negocio, tío, no es tan duro. Si tienes corazón y oído, puedes hacerlo. Realmente es todo lo que necesitas”.

Puro soul.