Los Deltonos ven y vencen en A Coruña

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Pues era sábado y la Mardi Gras no tenía pinta de llenarse. Media hora antes del concierto y tras reencontrarnos con amigos perdidos conseguimos la entrada número 35. Estamos en plena celebración del 10º aniversario de una sala de las que rezuman rock&roll por todos lados; oscura, pequeña y húmeda, pero con el encanto de un local hecho por y para el rock, como debe ser cualquier antro que se precie, y por ahí pasaron o pasarán este mes Eric Sardinas, Deltonos o The Nomads entre otros para celebrar tan sonado cumpleaños en una ciudad en la que la supervivencia de una sala es casi un milagro (como en todas más o menos).

Pero esto fue solo la primera impresión y es que cuando el concierto estaba a punto de empezar la sala ya estaba prácticamente llena y los Deltonos asaltaron el escenario con un power blues de los inicios: «Me gustas». Gran declaración de intenciones que se refrendó cuando en la cuarta canción y haciendo mención al aniversario de la sala, Hendrik nos anunció que íbamos a tener ración doble de los primeros discos. Despues de un repaso a «Sábanas Blancas», «Treinta Días» y «Discotheque Breakdown» de su último y gran Buenos Tiempos, fueron cayendo como desde una máquina del tiempo «Creo que he vuelto a beber», «No, señor», «Todavía no sabes mi nombre» o «Siempre pensé».  La banda suena engrasada y compacta y el sonido de la sala es excelente; Hendrik canta como nunca y toca como siempre, o sea, genial, Macaya da la sensación de que cada vez encuentra mejor su sitio y Pablo, al que habría que hacerle un monumento, aguantando todo el concierto a su gran nivel habitual a pesar de no estar recuperado de su accidente y coger las muletas cada vez que suelta el bajo. Y detrás siempre Iñaki poniendo cordura. Sacan de la manga tambien versión de Steve Earle, ese brindis por amigos ausentes del GT y un Elvis demoledor con un final con duelo guitarrero al más puro estilo Allman Brothers que fue creciendo hasta el nuboso cielo coruñés y Hendrik se acuerda que una canción «adolescente» como «Qué podríamos hacer» ahora se podría aplicar a mileuristas más talluditos.

Pero no todo acabó aquí. Dos bises por aclamación en los que volvieron los temas  blues en alguno de los cuales mr. Roever sustituyó el solo de guitarra por uno de armónica y tanda de versiones finales de country y rock&roll americano con homenajes entre otros a Carl Perkins y Dan Baird.

En definitiva casi hora y media del mejor rock&roll americano, el que nos lleva desde el country al blues por autopistas y rutas salvajes; eso sí cantado en castellano y versioneando en inglés, cosa que se agradece y que debería ser lo normal por estas tierras (lean la columna de Josele en la Ruta66 del mes pasado, no puede expresarse mejor esta cuestión).  Si los Deltonos van por su pueblo, son una apuesta segura, no se lo pierdan.