Mastretta, reconvertidos en una big band del siglo XXI, entona su *Vivan Los Músicos*

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Lo confieso. Después de asistir a mi primer concierto de Mastretta – reveladora y luminosa experiencia – me declaré devoto, no ya de la banda en sí, sino de dos músicos sutiles, marcadamente personales; Pablo Novoa y Ricardo Moreno me regalaron sonoridades incandescentes que, como un tatuaje, quedarán de manera imperecedera en mi piel de cebolla que recubre mi tragona alma musical.

La intensidad de Mastretta: Nacho Mastretta – viejo conocido por esta costa cántabra, santanderino, lagartija musical que intentó abrirse camino en las noches estrechas santanderinas, nebulosas noches en su local “Toni Curtis”, y que se instaló en Madrid para desarrollar la profesión de técnico de sonido en la querida Sala El Sol – , Pablo Novoa, Ricardo Moreno y Miguel Malla. Un combo plenamente paranormal que descargaba una electricidad de alta tensión, un shock emocional difícilmente comparable.

Hace unos años, Mastretta se convierte en una big band: a los anteriormente mencionados se les une al chelo la argentina Marina Sorín (su sonido se puede escuchar en el “Garabatos” de Josele), la trompeta de David Herrington, nuestro Luca Frasca a los teclados, Diego Galaz al violín (memorable su colaboración en “El Final” de Los Marañones), el contrabajo de Pablo Navarro (otro colaborador de Josele), los vientos de Marco Crecí. Diez músicos protagonistas, diez, interpretando instrumentales que bucean en lo mejor de la música del siglo XX.

Nacho Mastretta es un sibarita. Un Exquisito. Después de siete años, lanza un nuevo larga duración a la calle y su nombre es toda una declaración firme de intenciones: “Vivan Los Músicos”. Reivindicación de la música con carne, de la música carnal, de la música con agallas, con pulso, palpitante como una herida abierta.

Músicos que han tocado juntos, revueltos, por separado, en porciones, durante aproximadamente 15 años y que plasman la espectacularidad sonora que vomitan en directo.

No es casual que Mastretta haya compuesto numerosas bandas sonoras para espectáculos cinematográficos: su música siempre ha tenido claras referencias y reminiscencias cinematográficas, alientos cálidos de Nino Rota, de Morricone…….disonancias que evocan imágenes gráficas, sensaciones de celuloide.

La orquesta de Mastretta. Música para apasionados, fuera de las corrientes comerciales, una música que expresa una apuesta al borde del abismo, arriesgadísima, audaz, casi temeraria.

Una experiencia carnal que debe completarse, irremisiblemente, con su emocionante directo.

Mastretta “Vivan Los Músicos” . Ya a la venta en “Nuevos Medios”