Obituario: Alex Chilton

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Parece que los dioses se conjuran de manera dulcemente misteriosa para anunciar presagios que, fatalmente, se convierten en heraldos de noticias no precisamente gratas. Hace bien poco, me zambullí de nuevo en la obra de un grupo especialmente querido, los Big Star, la banda de un prolífico autor de canciones, maravillosas canciones, que renegaba de su condición de autor para autodenominarse un intérprete musical.
Me he desayunado con la sorprendente noticia de la desaparición física de Alex Chilton, el líder de los Big Star y uno de los héroes malditos musicales a los que tanto apego siento. Solamente contaba con 59 años.
Chilton, hijo de músico de jazz, nació en una ciudad emblemática, en Memphis, cuna musical, hervidero de fusiones peligrosamente explosivas. Su talento vocal y su capacidad interpretativa pronto llamaron poderosamente la atención en concursos locales, destacándose junto a su banda The Devilles, que pronto se convertiría en The Box Tops. Con Chilton liderando una banda a los dieciséis años, los legendarios Chips Moman y Dan Penn (Moman produjo a Elvis y a Bobby Womack, Penn fue un creativo escritor de canciones ya clásicas, especialmente para intérpretes de soul sureño, incluyendo a Aretha) se metieron en el estudio para producir a la sorprendente banda.
Los Box Tops, con material de Moman, Penn y otro compositor (y teclista) prodigioso, Spooner Oldham, alcanzaron el éxito más instantáneo con “The Letter”, continuando una ascendente carrera durante los tres años subsiguientes. En 1970, la banda se disgrega, diluyéndose la creatividad de Chilton, pronto reconcentrada en desarrollar su crecimiento personal como compositor y como guitarrista.
Después de una temporada en Nueva York, Chilton regresa a Memphis en 1971 para integrarse en el grupo Big Star, junto a Chris Bell: predecesores inmediatos del fatalmente etiquetado “power pop”, su dominio de las melodías, de los juegos de voces decía mucho de sus claras influencias británicas y han supuesto, con el paso de los años, una influencia absolutamente determinante para bandas como Teenage Fanclub o The Posies. Clarividentes como pocos, fueron una banda maldita en su tiempo, no alcanzando unas ventas ni siquiera reseñables. Una banda efímera, que apenas duró tres años, pero que marcó un estilo inconfundible.

 

Chilton siempre fue un músico con una inquietud febril y con un olfato casi sobrenatural: después del derrumbe de Big Star, Chilton viaja de nuevo a Nueva York, donde participa activamente en la escena del emergente punk; en 1977, forma una banda junto a Richard Lloyd (posterior integrante de los Television) y tocan en locales bulliciosos y posteriormente legendarios como el CBGB. El pop melódico de Big Star se transmuta en una crudeza primitiva, lejos de pulidas producciones, Y conoce a The Cramps y se los lleva a Memphis donde les produce su “Songs The Lord Taught Us”.
Seguimos explorando: deudor del country, del rockabilly, del soul, funda una jugosa colaboración con Jim Dickinson a finales de los setenta pariendo un disco “Like Flies On Sherbert” que pronto se convirtió en un objeto de culto (inicialmente solamente se editaron 500 copias).
En 1980, Chilton emigra a Nueva Orleans, otra ciudad musicalmente emblemática y desaparece de la música durante seis meses, ganándose la vida lavando platos y realizando otros trabajos verdaderamente improbables para un músico de su talla. Sumergido en el jazz, Chilton se arrejunta al grupo Panther Burns, suavizando su estilo, inclinándose a sutilezas cercanas también al soul, en cierto modo acercándose a posturas más minimalistas.
Se centra en actuaciones en directo, desde finales de los ochenta, incluso aprovechando un tirón “revival”, reuniéndose con antiguos componentes de los Box Tops y tocando con integrantes de The Posies viejos temas de Big Star.
Un tragón empedernido, Alex Chilton desapareció ayer de este mundo material. Una pérdida solamente remediable conectando con su espíritu inquieto, explorador y magnético a través de sus irrepetibles canciones, oscuras y luminosas a un tiempo.