Oscar Avendaño y sus profesionales ya tienen disco.

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portada-oscar-avendano-y-los-profesionalesDespués de arduos esfuerzos, cuando uno ha sido, en la distancia, testigo de las luchas ímprobas para que un disco de una calidad innegable vea la luz, al fin está aquí. Oscar Avendaño ya tiene su flamante disco en solitario, publicado por “Friends Of Los Chicos Records”, un vinilo de diez pulgadas que incluye un CD de regalo o viceversa, lo que ustedes quieran y tengan a bien comprar.

Hace tiempo que ya avisamos por estos lares acerca de la alta calidad de las canciones del señor Avendaño: después de escuchar algunas de ellas en el Myspace del de Vigo, poco a poco se hicieron mayores al incorporar una banda de auténticos profesionales. Eso son: Los profesionales (por cierto, no sé si tendrá que ver algo con la trepidante película de Richard Brooks, con Lee Marvin, Burt Lancaster y la espléndida Claudia Cardinale). Y de qué calibre: Los Ronaldos Ricardo Moreno y Luis García, y el Individuo Agus Alonso.

Ensayado en el desván de Ricardo Moreno (el auténtico acicate, junto a la férrea voluntad de Avendaño, de que estos músicos se metieran en un estudio de grabación) y grabado en directo en Toledo, el disco fue mezclado en Vigo, en el estudio de Gonso Pedrido, en donde se volvieron a grabar las voces y armónicas.

Con una presentación cuidadosamente elaborada, con una portada misteriosa y llena de claroscuros (aparece, como referencia, el disco de Neil Young “Tonight’s The Night”), al fin la materialización de muchas de aquellas maquetas caseras se ha convertido en una realidad feliz y gozosa.

Resulta escalofriante que un disco de tal calibre, un disco de calidad, volcado en el rock and roll, arropado por el buen hacer de músicos con pegada y curtidos en mil batallas, con canciones bien construidas, tenga que recorrer una travesía en el desierto para que, finalmente se pueda ver publicado. Y todo ello en una discográfica modesta, minoritaria. Seguro que a Avendaño se le puede torcer el gesto cuando escucha hablar de las bandas “indies”, de esas bandas mercantilizadas que adoptan el adjetivo, la pose y la falsa actitud de independientes, pero que graban en multinacionales y tienen a su disposición un plan de marketing adecuado para llegar a las estanterías del Corte Inglés de turno.

La verdadera independencia se consigue con la honestidad y coherencia, con la profesionalidad bien entendida, con el criterio forjado. La independencia se fundamenta en discos como éste, un aperitivo suculento de lo que Oscar Avendaño es capaz de hacer, como ya viene demostrando hace tiempo en el circuito del directo (en solitario o acompañado por sus profesionales en el directo, distintos a los del disco, pero de una fuerza también imparable).

A pesar de que todo alrededor te grita de manera estridente que nos vamos al carajo, el primer y flamante disco de Oscar Avendaño puede salvarte de la quema. Luego no digan que no los avisé.