Aquí uno que estuvo de cuerpo presente… por lo del alma, pues no se… llegas en autobús y lo primero que ves es el cartelito del símbolo del festival enorme con el gran emblema «Por un mundo mejor»… hay mal empezamos. Bueno, antes de llegar ya se veía la Noria.
Un alarde de poderío y de poder, el poder del marketing, el poder del consumismo, el poder de este mundo occidental, eso si, «por un mundo mejor». Que pena que en este mundo mejor la cola de la tirolina fuese tan larga…. Y que pena el tener que ir cargando con una bolsa, para guardar las muestras gratuitas partrocinadoras que luchan por llegar a un mundo mejor.
Y allí andamos algunos (pocos) feos rockeros, pero no pasa nada, porque para estar guapos en este mundo mejor había una peluquería de L’orea…..(no quiero entrar en publicidad subliminal). Qué pasa, que no tenias ideas de como ir guapo al mundo mejor, pues pasarela de moda que te crio.
En un mundo mejor la dieta es a base de Telepiz…. y de Burguer Ki… que esbeltos vamos a llegar a ese mundo mejor.
Y como estábamos embriagados por las maravillas sociológicas del mundo mejor, no nos dimos cuenta que hasta había conciertos. Así que nos fuimos corriendo esquivando muestrarios gratuitos para ver a Jet Lag…
Algunos bailoteando, otros sentados en el césped artificial del mundo mejor… Pero en definitiva haciendo tiempo para ver a la genial Buika. Enfundada en un genial vestido amarillo empezó a deleitar con su chorro de voz, con una banda menos jazzistica que lo normal interpretó sus mejor clásicos y muchas otras del disco nuevo.. en este concierto mi único pero a la organización (si nos ponemos críticos, nos ponemos críticos), como el escenario grande tenia tan buen sonido y con tanto decibelio, se metían los graves en el escenario pequeño, que podía estar, perfectamente a 300 metros del grande. Con todo y con eso Concha nos hizo saltar, reír, canturrear, dar palmas, emocionar… muchas gracias Buika.
A la finalización de ese majestuoso espectáculo nos dirigimos hacia el otro lado del mundo mejor intentando esquivar mundomejoreces que nos surgían a nuestro paso, empresa difícil.
Llegamos a la mole de escenario Mundo (mejor) para ver al tío Bob, no se si por directrices del mundo mejor o por cosas de él nos dio el concierto sin retrasmisión al mundo exterior (no mejor) y con solo un primer plano de él mismo en las pantallas, nos entretuvo (vamos que nos tuvo allí) 1 hora y 50 minutos, esta opinión es sesgada, porque se sustenta de lo poco que me gusta subjetivamente hablando y ahora viendo del palo que va con los profesionales del medio audiovisual, menos! Por lo menos la banda que llevaba era de lujo
Así que por fin empezó la caña en el mundo mejor con Alex Kapranos y sus compinches… Franz Ferdinad con un manantial de sonido, revisando su corta discográfica y sus existos introdujo paso a las canciones del nuevo disco (anunciado para el 2009), incorporación de sintetizador para los nuevos temas… sonido diferente cuanto ni menos. En 40 ft el delirio… abrazos y cánticos de los presentes para uno que celebraba (gracias, sois mas majos) Buen concierto de Franz Ferdinand, muy correcto y muy potente.
Mas tarde, y después del tan ansiado anuncio de los andamios PERI, subió a escena el chico de la American Woman con sus gafas de sol, su pañuelo al cuello y su magnifica banda… y desde las tablas dio una muestra (gratuita) de profesionalidad, de savoir foir (o como se diga) y elegancia. De lo bueno lo de siempre, de lo nuevo, canciones del último album, que yo recuerde Love Revolution, Love Love Love y I’ll be Waiting, la cual interpretó al piano… nos mostró sus dotes al bajo en las ultimas escalas del concierto. Para los postres un paseo por el foso, baño de masa para el deleite de las nenas, en fin, todo un divo. Buen bolo.
Y así, poco a poco, embriagados por las magnificencias de ese mundo mejor, nos fuimos retirando hacia este mundo real en el que te tienes que pegar con 3.000 personas por un taxi o tienes que andar 2 kilómetros para llegar a casa, en el que acostándote a las 5 te levantas a las 7 para currar, o tienes que abandonar el hostal para hacer 600 kilómetros para regresar a la tierra prometida, pero un mundo que no cambiaria por todos los mundos mejores que me pongas por delante…
Un beso a todos y en especial a aquellos que me acompañaron en aquella aventura en aquel «mundo mejor».
