SIDONIE, SIMPATÍA POR LOS STONES

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¿Qué es Sidonie? (Marc) Empezamos bien. Una pandilla de puteros… (risas). Sidonie son tres personas que aman la música por encima de cualquier cosa. Era un equipo de básquet y nos convertimos en un grupo de rock a raíz de un problema salud que tuvo Jesús, se trabaja menos y se cobra más.

¿Significa algo? Es un nombre francés de chica. Lo sacamos de una canción de Briggite Bardot que hablaba de una prostituta. Sonaba muy bien y se queda rápido.

¿Qué tiene vuestro nuevo álbum «Shell Kids» (Sony 2003) que no tuviera el anterior «Sidonie» (Bip Bip)? (Jesús) Quizás «Sidonie» es un disco más loco en el sentido de que lo grabábamos mientras hacíamos gira. «Shell Kids» es un disco más tranquilo porque le hemos dado más importancia a las melodías.

¿Tiene mensaje el título “Chicos Concha”? Utilizamos esa metáfora como sitio donde nos recluimos para protegernos de… Marc (risas) agresiones externas, emocionales o de otro tipo. Eso puede ser nuestra compañía, el amor que nos tenemos entre los tres, el estudio de grabación o la música, sencillamente. Pero básicamente por sonoridad, ¡suena de puta madre! Además, casualmente cada uno escribiendo en su casa coincidimos utilizando la misma palabra.

Contadnos detalles de la grabación, producción… (Marc) Está grabado en Barcelona y mezclado en Figueres, tierra de Dalí. La última fase, la masterización, se hizo en Nueva York, con un productor que ha trabajado con Keith Richards, Mick Jagger… nuestra intención era que el disco sonara mejor que «Sidonie» y que pudiéramos defender ese sonido en el extranjero para no quedar en ridículo al lado de bandas extranjeras. Ahora nos estamos dando cuenta de que cuando está sonando en la radio al lado de… (Jesús) Vega (risas)… no, de Muse o de Suede, te das cuenta de que suena por ahí por ahí. No queremos que nos digan eso de que: ¡ah, sí, si está muy bien vuestra música pero suena un poco cutre! Creo que hemos superado esta prueba.

¿Cuánta influencia tenéis de la India? Porque aparte del sitar y la espiritualidad, os sentís un poco ascetas. Nosotros no somos muy espirituales… y de ascetas, más bien poco (risas). (Jesús) La música
India nos suena familiar. Es ese tipo de música que te da la sensación de que has escuchado en algún otro sitio y decidimos investigarla, estudiarla y la metimos en nuestra música. (Marc) Jesús entró en el mundo del sitar a través de George Harrinson. Si os fijáis, se basa en una sola nota, es muy hipnotizante y es lo que nos atrae.

¿Qué escucháis últimamente? Los Rolling Stones, Bob Dylan, Syd Barret, bah… gente nueva, fresca… (risas).

Nuevo sello, nuevo álbum… ¿qué más ha cambiado en Sidonie? No, yo creo que no ha cambiado nada. Seguimos siendo los mismos gamberros y puteros, los mismos de siempre. Simplemente, tenemos una compañía más grande y los pasos se han alargado. Sabemos que podemos llegar a más sitios y editar incluso en el extranjero y salir a tocar fuera, que nos gustaría.

¿visteis muchas ofertas? Sí, unas cuantas, de indies y de multinacionales, nuestra compañía fue una de las que más tardó en llamar a la puerta. Nos vieron en un concierto y nos ficharon, así de simple.

¿Qué tal fue eso de «telonear» a Sôber hace dos años en Guadalajara? Perdonad la pregunta… Fue una sorpresa porque cuando teloneas a un grupo como Sôber con el que no tienes nada que ver, siempre te queda la duda de qué va a pasar con el público. El resultado fue bastante bueno. El público de Sôber alucinó bastante con nuestro concierto y mucha gente nos vino a felicitar y nos dijeron que les habíamos gustado más.

Estáis viajando mucho por España y venís a menudo a Madrid. ¿Cómo veis el panorama musical nacional? y ¿Qué diferencias encontráis entre la escena de Barcelona y la de Madrid? Creo que goza de buena salud.