fotos:Cucuruchooo
Siempre es gustoso acudir a una cita que viene a reafirmar el espléndido estado de forma que se gasta una querida banda así como darles la palmada en la espalda por el buen año cosechado. Para tal sentida ocasión Maple estuvieron acompañados por unos desubicados Liquid Sun, los cuales se encargaron de encender la celebración como rodados teloneros, ¿puntualidad en siroco? já. Aparte de encontrarse fuera de lugar, algo ya habitual, el repertorio de los madrileños no termina por cuajar en escena y la monotonía de su sonido a mitad de camino del metal tópico y del rock crudo no cubre sus flaquezas compositivas. Sosos y sin más de tres piezas potables, a contar como excepción una más que desgustable «I will be sorry». A pesar de lo dicho, pareceres y gustos entrarían en juego, los fieles a la banda no brillaron por su ausencia precisamente y disfrutaron de los qué haceres de Liquid Sun como no vivimos o no supimos los restantes, aunque por lo comentado entre el público prevaleciese la indiferencia. Pasado el calentamiento, que ni lo fue, cogieron el relevo los auténticos culpables del lleno de sala. Estado de forma envidiable, nula divinidad, enriquecimiento hardcore, vivacidad e intenso recital vienen a describir cual pincelada la puesta en escena de Maple. Tiraron de casi todo el The Daily Charm (último lanzamiento) sin dejar escapar el necesario guiño al Rebecca Belives (debut largo) y al Oceane (split junto a Zeidiun). Mostraron orgullosos su pertenecia al hogar Bcore con una rendición total al tratado hardcore en vivo dejándose el emo en casa y alejando las texturas suaves del disco, Bettie Serveert en mente. Inmensas «It’s the time of your life», «on the bright side», «for you,»save me», «inside»… sin parón alguno ni concesión al bostezo. Quizás la corta duración del festín fue lo único reprochable pues las no más de trece piezas rodadas abrieron apetito no satisfecho. En definitiva, más ganas acumuladas para el siguiente encuentro con Maple y esperemos que con tanto o más que celebrar.
