Adios Ben Keith

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Hoy, a través de este mismo medio y a través de un colega, también fervoroso admirador de Neil Young, he podido saber que ha muerto Ben Keith. La clase de músico que pasa de puntillas pero cuya huella es imborrable. Un tipo elegante, discreto y silencioso, cuya expresividad musical ha estado cercana a la más absoluta maestría. Sin aspavientos, en silencio, se ha marchado de este mundo material un músico sutil, delicado, elegante e imprescindible.

La maestría no se alcanza de un golpe, se macera a lo largo de los años y como consecuencia de un trabajo arduo, constante. Ben Keith es uno de los ejemplos. Comenzó como músico de sesión: nunca dejó de serlo, pero el protagonismo que adquirió para los que tiene los oídos afinados, en sus mágicas contribuciones a la música de Neil Young, lo convirtió en un oscuro reverenciado. Justo el tipo de músico que yo, particularmente, admiro y, sobre todo, respeto.

Un músico de sesión: durante finales de los cincuenta y la década de los sesenta Keith aportó su visión de la “steel guitar” a numerosísimas sesiones de artistas “country” de primera fila en Nashville: como muestra, participó en el éxito de Patsy Cline “I Fall To Pieces”, aunque, ya a finales de la década prodigiosa, pasó a ejercer labores de productor de country y blues, pero en su camino se cruzó Neil Young, quien acudió a Nashville a grabar en el show de Johnny Cash y a comenzar la grabación de su álbum “Harvest”. Según el propio Keith cuenta en la película “Heart Of Gold”: Preparé mi steel guitar y me colé en el estudio (realmente fue el bajista de Young Tim Drummond quien le invitó a acudir). Comencé a tocar e hicimos cinco canciones antes de que nos presentáramos el uno al otro. Yo no conocía a Neil . Había oído hablar de CSNY, pero no sabía que estaba haciendo un álbum en solitario. Parecía un buen tipo, pues hacía música como la hago yo….de manera espontánea”.

“Out On The Weekend” la canción que abre el album “Harvest” ejemplifica la pureza y espontaneidad de la steel guitar de Keith. Y es la obertura de su colaboración indispensable con el canadiense.


Ben ha sido, además un reputado y cuidadoso productor:

“Como productor, lo que aporto al artista es sensibilidad y, quizás, un sentido de perspectiva. Siempre me han gustado diferentes tipos de música y he visto y he escuchado a muchísimos artitas. Escuché mucho R&B en mis años jóvenes y estoy seguro que me influyó muchísimo. Y haberme criado en Kentucky, tan cerca de Nashville, me aportó las raíces del country. También fui afortunado por haber trabajado con algunos productores geniales, como por ejemplo Chet Atkins. Todo ello me ha dado mucho para seguir adelante y no creo que el papel de productor haya cambiado mucho a lo largo de los años. La tecnología, ahora, es otra historia, eso sí que ha cambiado. Algunas veces los momentos más excitantes provienen de los desafíos más grandes, como las canciones en directo en el álbum de Jewel (artista norteamericana de country, quien grabó en el rancho de Neil Young, bajo la dirección de Keith). El lugar era muy pequeño y fue duro sacar un buen sonido con todo el ruido de la gente y demás. Para una canción, Jewel entró en el estudio y metió su último acorde de guitarra y lo mezclamos en su canción en directo. Encontrar pequeños toques dulces como ése es realmente satisfactorio”.

Pero nadie mejor que su amigo Neil Young para glosar el significado de este músico extraordinario:

“En la luna llena, en la luna llena de julio, el mundo perdió a uno de los más grandes músicos de todos los tiempos. Ben tenía 73 años la noche en que murió en Broken Arrow Ranch en California, su hogar feliz en los últimos años de su vida. Ben tocó con Patsy Cline, Faron Young, Hawkshaw Hawkins, Ian Tyson y otros grandes de la música. Un gran americano, el gigante tranquilo, se movió con suavidad por el mundo, con amabilidad y elegancia.

Mi mujer Pegi fue afortunada de compartir su última actuación pocas semanas atrás en San Francisco, donde Ben estaba tocando en su grupo, acompañándola y prestándola su espíritu en cada palabra que cantaba.

Por supuesto, Ben Keith es una leyenda en Nashville, uno de los últimos de los grandes del country, el hombre detrás de la canción. No habrá nadie como él. Tiene innumerables amigos y admiradores. Todos le echarán de menos tanto como yo. Le añoraré cada vez que mire a mi lado, recordándole, mi hermano y compañero de viaje.

Afortunadamente, la maestría de Ben puede verse y escucharse en dos películas de Jonathan Demme: “Heart Of Gold” y “Trunk Show”, así como en innumerables discos de country de los últimos 50 años. Somos tan afortunados de poseer estos recuerdos e imperecederos documentos de su grandeza y elegancia. Comenzó con una steel guitar hecha en casa, modelándola él mismo de una pieza de madera y de trozos sueltos. Amaba su música y su vida y cuidaba de sus muchos amigos.

Deja a su maravillosa hija Heidi ya sus nietos a quienes amaba tanto DJ, Rachel, James, Meredith, Aubrey, Fletcher y Caroline.

Descanse en paz

Neil Young”