David Bowie y su «Reality»

0

El Duque vuelve con una nueva entrega que pareciera cerrar una trilogía iniciada con el
desapercibido «Hours».
En general más cañero pero no mejor que sus dos anteriores trabajos(Heathen y Hours) y sobre todo menos Camaleónico que lo que se suele dar en su persona.

Parece que hubiera encontrado una especie de equilibrio personal que no llegará a marcar tendencias como lo hicieran Los míticos «Hunky Dory», «Ziggy Stardust», «Scary Monsters»(mi preferido) o el más reciente bombazo «Earthling».Todos ellos mucho más arriesgados y carismaticos que estos tres últimos.
El disco está compuesto por 11 temas, dos de los cuales son versiones: una es «Pablo Picasso» de Johnatan Richmann y la otra es «Try some,Buy some» en tributo al desaparecido Beatle George Harrison.

La primera canción «New Killer star» comienza como un tema de los Blur ( alguien me puede matar por buscar estas referencias a un Rey que lleva casi cuarenta años haciendo música…) para pasar despues a tener el toque de personalidad del Bowie de los ochenta(Tvc15).
En «Never get old» mezcla ese estilo ochentero con un toque progresivo a lo Marillion cuando estaba Fish a las voces.

En «The loneliest guy» recuerda bastante a su etapa Berlinesa (Low, Heroes…)
en cambio en «looking for water» aún con tintes de esa época, se acerca mas a los «Let´s Dance» o «Never let me dawm» con esos coros a los que suele recurrir desde aquella época.

Hay temas en los que prima el Rock casi garagero de la etapa «Tim Machine» como la version «Pablo picasso» y sobre todo en «Reality» …

El Bowie más poppy se representa en los temas «Days» y «She´ll drive the big car».

En «the Dog bombs the moon» destaca la personal forma de componer letras de Bowie a base de mezclar trozos de frases al azar.

La que cierra el disco «Bring me the disco king», con un piano con cierto sabor a jazz, es una composición que me hace recordar a Peter Gabriel („here cames the flood“en su version acustica por ejemplo) pero, como siempre, mezclado con un estilo «Bowie» y un estribillo en este caso que puede recordar a los Joy Division.

En definitiva un buen disco, muy bien producido una vez más por Toni Visconti, pero que, en mi modesta opinión, no pasará a la historia de lo mejor de David Jones (Bowie).