El Bicho + Proyecto trío

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Ya hemos descrito las maravillas de Elbicho en esta página una o diez veces, pero lo de Cartagena ha sido ya de no poder describirse.
Imaginense ustedes a músicos que han sido claves en discos de gente como Paco de Lucía, Tomatito, Camarón (y un etcétera de esos de escándalo), imaginenese -decía- pasándolselo de miedo con sus alumnos más aventajados encima de un escenario. Y que estos, además de buenos alumnos, tengan la personalidad y la fuerza solo comparables a bandas como Triana, Pata Negra o cualquier otro etcétera del estilo.
Lo dicho, no hay Cristo que pueda describir eso con palabras. Hay que estar ahí y presenciarlo. Lo siento, el que se no los vea, nunca va a saber lo que se ha perdido.
Tuvimos la suerte el Viernes pasado de presenciarlo. Tiene que ser muy complicao sonorizar a 11 músicos en un escenario (hubo algún acople, aunque sonó todo muy clarito) y siempre hay públco que siente la necesidad de tocar las palmas aunque no sepan y no pegue en la canción tocar las palmas.
Pues a pesar de eso, aquello se podría haber grabado perfectamente en un disco y/o video. No es lo mismo verlo en el sofá de casa que ahí dentro, pero yo lo habría comprado.
Servidor es la cuarta vez que ve a Elbicho y es de justicia decir que cada vez los músicos están más sueltos. Mucho más sincronizados e inspirados. Quizá Miguel Campello (a la sazón, cantante solista) se vió en algún aprieto con las notas agudas, no se si por falta de descanso o porque el teatro estaba lleno de humo (la gente fumaba a pesar de el esfuerzo de los ‘simpáticos’ acomodadores recordando de malas maneras que aquello estaba muy feo.
No vamos a decir que se les han subido a las barbas los alumnos a los maestros, digamos más bien que los papis se han metido en el cuarto de los niños a jugar al juego que más les gusta a todos.
Y el resultado es , lo repito otra vez, indescriptible.
Abrieron el concierto el trío de ases: Pardo, Di Geraldo y Benavent. De tranquis, a su bola, como molan estas cosas. Repertorio variado: Repaso Folcórico con toques jazzísticos, Jaz con ratos aflamencaos y un sonido a loJaco Pastorius que Benavent impuso casi sin darse importancia, culminado por el tema que el mismo Carles compuso en homenaje al bueno de Jaco (Pastorius Blues ,creo que dijo que era).
Estábamos embelesados oyendo aquello, cuando al término de una pieza, aparece Elbicho en pleno y se suman a la juerga. La gente no puede más y se levanta de las butacas para pegar los oportunos botes con comodidad. Tocan lo que parece la banda sonora del apoteosis y el teatro se biene abajo. Ya tienen a todo el mundo en el bolsillo.
A partir de ahí, se retiran los maestros y empiezan los alumnos a desglosar las piezas de su disco , ligeramnete remozados y aderezados con genialidades de esas que se van ensayando encima del escenario. En esta o aquella canción van subiendo Di Geraldo, Benavent y/o Pardo para poner tildes de lujo aquí y allá en las canciones de Elbicho. Y nosotros agradecidos. La versión de La Bien Pagá, más movida que de costumbre, y con todos en el escenario. Pa morirse ahí mismo.
Tocaron al menos dos canciones nuevas, que así de improviso, sonaban muy muy bien (¿estará fraguándose un nuevo disco?). Hubo un bis generoso y me quedé con las ganas de oir el final a lo Rocky Balboa que tocaron en los otros tres conciertos a los que he asistido.
Después del concierto, Txus se encontró a Tato (el señor bajista) y esuvo comentando, entre otras cosas, lo bien que se lo pasaban todos juntos en el escenario, que se van por ahí fuera de bolos (Francia, Marruecos, Finlandia…) y que de vez en cuando entra a esta página a ver qué nos contamos (¡¡hola Carlitoss!!). Ya nos contarás más cosicas, chú.