El Cuarto Oscuro: Ricardo Perpén

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Ricardo Perpén

Hoy el cuarto oscuro está engalanado, por la visita de un personaje que, realmente, hace que mi pasión por los músicos agazapados, pero fundamentales, aumente de manera extraordinaria. Fue en Bilbao, durante el añorado desencuentro, que, durante la gira tabernaria que nos marcamos con Los Marañones después de su exultante concierto, Román me comentó que Ricardo Perpén seguía mis colaboraciones en Requesound. Conocí, también de primera mano, la admiración de Ricardo por George Harrison, de resultas de su pasión “beatle”. Y, naturalmente, me vi reflejado. Y un buen día, Ricardo se puso en contacto conmigo.

Ricardo Perpén es la sombra de Los Marañones. Compositor y arreglista, origen de casi todo el repertorio Marañón, muy pocas veces se le ha visto encima de un escenario. Pergeñador de uno de los grupos de rock en castellano más eminentemente relevantes. Mi grupo en castellano, después de que se fueron Los Enemigos.

Y de diversas charlas e intercambio de correos electrónicos, aquí está el resultado de una conversación espontánea que desvela muchas facetas de Ricardo. Pero, ante todo, es un vicioso. Un vicioso de la buena música.

¿Cómo te aficionaste a la música, cuales fueron esas sensaciones que determinan a uno a convertirse en todo un devoto musical?

Fue algo extraño. Casi onírico. Cuando llegué a los 13 o 14 años «recordé» algo como archivado en la memoria muy profundamente. Fueron los Beatles los que abrieron ese compartimento mental que parecía cerrado desde la infancia. Entonces, un compañero del colegio empezó a enseñarme Lps de los Beatles y yo empecé a recordar fragmentos de canciones, de melodías, aunque fuesen de medio segundo que parecía que en algún momento siendo muy pequeño había oído, seguramente en la radio o visto en la tele, o en tocadiscos de hermanos mayores de mis amigos y que se me quedó muy marcado. Recuerdo que, teniendo unos 10 años o así, jugando en casa de un amigo, este, pilló unos discos de un hermano mayor y en plan juego los puso en el tocata y de repente sonó ese Chaaaaaaannnnnnnnn!!!, era la canción A hard day’s night. Oir esa canción que seguramente había visto en dibujos animados años antes fue un shock total y cuando ví la portada del disco que era doble y rojo con ellos en esas escaleras interiores (creo que eran escaleras, no recuerdo bien) con el pelo corto y luego el otro que era azul y con la misma posición y en las mismas escaleras con los pelucones y barbas esas que llevaban fue la rehostia. En pocos segundos ví dos imagenes totalmente distintas en un tiempo distinto de los mismos tipos en el mismo sitio. Eso fue realmente tremendo para mi coco de infante. Bueno supongo que todos esos impactos visuales, auditivos y quizá olfativos con los discos de vinilo conformaron esa especie de locura por determinados sonidos o melodías que me tocaban y siguen tocandome la fibra y creo que casi persigo obsesivamente. Todo eso, viendolo desde aquí, parece una ensoñación psicodélica muy en consonancia con aquellos cuatro tipos.

Bueno, empezamos a tener muchísimo en común. Mis hermanos eran adictos a los Beatles y fue la banda sonora de mi infancia. Y también comencé con esos doble recopilatorios, el rojo y el azul, que, creo, fueron los primeros discos que escuché enteritor y de pé a pá. ¿Cuál crees que ha sido la mayor aportación que han realizado los Beatles a la música, además de toda su aportación sociológica y el cambio que provocaron en la industria musical?

Bueno yo creo que los Beatles lo que provocaron fue un despertar en el sentido de que hicieron ver a la gente que la creatividad musical no estaba acotada exclusivamente a músicos con estudios, gente consagrada o grandes músicos clásicos. Ellos fueron los culpables de que muchos chiquillos se comprasen guitarras e intentasen sacar algo propio de ahí imitandolos. De hecho, el efecto de aquello es lo que estamos viendo actualmente: hay infinidad de grupos musicales, y todos los días salen nuevas bandas, y todos esos grupos hacen musica propia, y hay millones y millones de canciones que se hacen a diario.Y en cuanto a su música, lo que más me afectó a mí personalmente, fue su psicodelia. Realmente no sé si fueron los primeros, o los primeros fueron los Byrds o Pink Floyd u otros, pero bueno, no importa, estuvieron quizá en la misma línea de salida. Pero aún así sus canciones psicodelicas, que básicamente eran de Lennon, me parece que están muy por delante del resto de la psicodelia que se hizo en la época. Si solo hubieran compuesto «Strawberry fields forever», para mí sería más que suficiente como innovación musical y punto y aparte.

Completamente de acuerdo Ricardo, aunque yo también añadiría el tema «I’m The Walrus» como paradigma de la psicodelia. Oye, dos cosas……una, de los Beatles ¿cuál de ellos te parece más interesante como músico, sobre todo teniendo en cuenta su obra en solitario? y…..¿cómo empezó tu andadura musical de tipo más bien profesional, cuándo y porqué empezaste a componer?

Bueno, como músico, sin duda McCartney. Fijate, ha hecho hasta oratorios y cosas de esas. Pero para mí no es suficiente ser un virtuoso de la música para engancharme. Lennon y Harrison me eran más atractivos musicalmente y para mí no eran tan «músicos» como Maca. Una vez separados los Beatles, eran los únicos de los que yo creía que podía esperar un sonido Beatle. De todas maneras, a mi forma de ver, ninguno logró en solitario el nivel al que habían llegado estando juntos.

Bien, no me considero un músico profesional, ni siquiera me considero músico. Sé unos cuantos acordes y tengo cierta creatividad para hacer canciones. Puede que en aquellos primeros años de «Lo has hecho mal» y el mini, Black Experience, viviese un poco de eso. Pero vamos, eso duró poco. Bueno, como ya te dije, los Beatles dispararon mi inquietud por hacer canciones. Entonces, creo que allá en los cursos finales de la EGB, le comenté a unos compañeros que sabían tocar la guitarra de hacer musica nuestra. Fue algo curioso porque yo no tenía ni idea de tocar ningún instrumento. Así que lo que hacíamos era que yo tarareaba la melodía y el guitarrista le buscaba los acordes. Después aprendí a tocar y me «electrifiqué» con otros compañeros del colegio. Y mientras transcurrían todos esos vaivenes, Miguel y Román, andaban por allí también, haciendo sus grupos y sus pinitos en estas lides. Eran la competencia. Al cabo de los años acabamos en la misma clase, lo que hizo que nos conociesemos más y acabaramos entablando amistad. Nos reuniamos en casa Román para vaguear, leer comics, oir música, hacer canciones y grabarlas. Mientras, Miguel empezó a rular muy fuerte en este tema de la música. Tocaba en varios grupos, hacía verbenas para ganar unas pelas. Y Pedro Jiménez, Román y otros amigos aprovechabamos los locales de ensayo del grupo en el que Miguel estaba en ese momento para tocar y grabar cosas con guitarras electricas y batería. Un día grabamos unas canciones que quedaron graciosillas (sexy dream, cinco pasos, y varias más). Decidimos enviar la grabación a Diego A. Manrique. Le gustó y ahí empezó todo. En aquellos días estaba leyendo La aventura equinoccial de Lope de Aguirre y sus Marañones, de R. J. Sender. Así que propuse enviar el casette a Diego como grupo con el nombre de Los Marañones. Y de ahí hasta aquí.

Me sorprende que me digas que no te consideras músico ¿No vives de la música? Me sorprende también que, habiendo escrito canciones tan demoledoras, que tú calificas de “graciosillas” como Sexy Dream, me digas que tienes “cierta” creatividad” para hacer acordes. Yo creo que tienes más que eso…..oye, explícame ¿Quién es Pedro Jiménez, aparte de un vino dulzón?

Yo no vivo de la música Rag, ya me puedo dar con un canto en l