Hay cierta clase de gente que se mantiene en la sombra de grandes artistas, pero que ejercen una influencia decisiva en su devenir y en su trayectoria. Especialmente cierto en el mundo del rock. Ejemplos los hay numerosísimos. El paradigma de promotor, de fuerza impulsora y decisiva de la trayectoria de una banda de rock ha sido Brian Epstein, el astuto hombre de negocios responsable de la construcción minuciosa de la imagen de los Beatles, un hombre solitario, estigmatizado por su condición de homosexual y sus demonios internos.

Chris Stamp y Pete Townshend

La semana pasada huyó de este mundo material otro hombre decisivo en, esta vez, la carrera de otro de los pilares del rock de los sesenta, Los Who. Chris Stamp (incidentalmente, hermano del actor británico Terence Stamp) fue, junto a Kit Lambert, quien explotó la imagen agresiva de la banda londinense. Formaban una pareja extravagante: Stamp representaba el lumpen callejero del East End, la sabiduría popular, el instinto desarrollado al abrigo de su hermano Terence, quien le procuró trabajo en el mundo del espectáculo. Lambert era un producto de la élite británica, sofisticado aunque salvaje y extremista: un joven educado en Oxford con pretensiones extravagantes.

Ambos se encontraron siendo Stamp asistente de dirección en los estudios cinematográficos de Shepperton, oficio que Lambert también compartía. Kit Lambert fue testigo del poderío de los High Numbers, una banda de Shepherd’s Bush que tocaba en el hotel Railway de Harrow y convenció a Stamp acerca de la posibilidad de realizar una película, con los Numbers como epicentro, que intentara describir la escena de la música pop británica. Stamp pudo ser testigo del prodigio satánico de la banda en el Trade Union Hall de Watford en el verano de 1964. Sus palabras: “Eran como una gran masa negra. Su efecto sobre la audiencia era tremendo. Era como si estuvieran en trance. Era atemorizante”.

Ambos se mudaron a un pisito en Marylebone Road, en donde comenzaron a fraguar su sueño de convertirse en cineastas independientes, comenzando por el documental sobre la escena musical londinense. Sin embargo, la influencia de los High Numbers fue excepcional: decidieron convertirse en sus managers y compraron los derechos de la banda a Pete Meaden por 150 libras. Los High Numbers pasaron a convertirse en The Who (un nombre que ya habían adoptado y aparcado) y Lambert y Stamp decidieron convertirlos en abanderados del floreciente movimiento mod, tribu urbana habitual en sus conciertos.

Kit Lambert y Chris Stamp

A partir de entonces, Stamp y Lambert fundaron Track Records, en asociación con Polydor con el buen deseo de promover más ganancias a los artistas de la nueva discográfica, incluyendo, por supuesto, a los Who. Su primer single fue “Purple Haze”, en 1967, de un norteamericano llamado Jimi Hendrix, auténtica sensación en la vida musical londinense. Seguirían éxitos en las listas, sobre todo por parte de los Who (aunque nunca alcanzaron un número uno), aunque las originarias buenas intenciones fueron truncándose por la creciente avaricia del tándem Stamp – Lambert, quienes adoptaron un estilo de vida que incluso sobrepasaba los excesos de sus protegidos.

Stamp fue el verdadero cerebro detrás de la estrategia de conquista del mercado norteamericano por los Who. Desde su primera gira en marzo de 1967, los Who fueron creciendo en presencia en los USA, destacando su memorable concierto en Woodstock, donde interpretaron parte de su ópera rock “Tommy”. Stamp aparece como “productor ejecutivo”, tanto en el disco de estudio de “Tommy”, como en la banda sonora de la película del mismo título, dirigida por Ken Russell y protagonizada por Roger Daltrey.

Sin embargo, pronto surgió la debacle: los excesos se hicieron patentes cuando Roger Daltrey impuso una auditoría en las cuentas de los Who. Se comprobaron agujeros sonrojantes y perjudiciales para el grupo. Corría el año 1972: Stamp y Lambert se oponían a que Daltrey lanzara su álbum en solitario y no había dinero para pagar el nuevo estudio de la banda, los Rampart Studios. Un año más tarde, la banda se querellaba contra sus managers y el fin estaba servido. Según Townshend: “Vivían como estrellas de rock, lo que les impedía funcionar como managers o como el tipo de managers que habían sido y que todavía necesitábamos”.

Lambert se mudó a Italia y murió de una hemorragia cerebral en 1981. Stamp, adicto a todo tipo de excesos, entra en rehabilitación en 1987. Después de su limpieza, se convierte en terapeuta para problemas de alcohol y drogadicciones varias, trabajando e instalándose en East Hampton, Nueva York. A partir de los noventa, vuelve a contactar con los Who y, a raíz de la muerte de John Enwistle en 2002, se incorpora a la junta directiva de la Fundación en honor del bajista, dedicada a la enseñanza de música a niños con dificultades.

Muere de cáncer a los setenta años el tipo que supo entrever el enorme potencial de una da las bandas más sugerentes y poderosas de la historia del rock.

http://www.youtube.com/watch?v=Rto0OIAWtAI