La mujer e hija de Mark Lavon Helm han emitido el siguiente comunicado antesdeayer:

Dear Friends,
Levon is in the final stages of his battle with cancer. Please send your prayers and love to him as he makes his way through this part of his journey.
Thank you fans and music lovers who have made his life so filled with joy and celebration… he has loved nothing more than to play, to fill the room up with music, lay down the back beat, and make the people dance! He did it every time he took the stage…
We appreciate all the love and support and concern.
From his daughter Amy, and wife Sandy

Realmente siempre Levon Helm, quien fuera el principal baterista y uno de los cantantes (uno de los cantantes más completos) de The Band, ha sido un músico influyente en mi vida. Por su sentido musical y vital, siempre ha sido una persona a quien he admirado de verdad. Pocos músicos me han emocionado de manera tan intensa como Levon. Y, sobre todo, su alegría contagiosa encima del escenario, su pasión, su preocupación por el público, por la comunión del directo. Su entrega.
Criado en plantaciones de algodón, en un entorno de la rural Arkansas, Levon Helm (así quedó su nombre artístico para siempre) bebió fuentes caudalosas de música, destacando el blues y la música folk y hillbilly que flotaba en el aire de la América profunda. Cuando contaba seis años de edad, asiste a su primer concierto en directo, la actuación de Bill Monroe y sus Blue Grass Boys: “Causó una huella indeleble en mi mente. Nunca he olvidado esa experiencia”. La familia de Levon era una gran aficionada a la música que se escuchaba en la radio, sobre todo los programas en los que aparecía el gran músico de blues Sonny Boy Williamson, una de las influencias más intensas en el espíritu musical del joven Levon.
Cuando tuvo nueve años, su padre le regala una guitarra y las facultades musicales del joven Levon comienzan a tener un vehículo perfecto para su desarrollo. Su hermana Linda se une a su hermano y juntos comienzan a interpretar canciones populares y grandes éxitos de la época, formando el grupo Lavon and Linda, en el que Levon soplaba la harmónica y rasgaba las cuerdas de su guitarra y Linda sacaba sonidos de su bajo rudimentario. Los hermanos pronto se convirtieron en toda una sensación dentro del área de Helena (Arkansas), ganando numerosos concursos de jóvenes talentos.

El horizonte musical de Levon se amplía y adquiere dimensiones insospechadas: A sus 14 años presencia un concierto de Carl Perkins y Johny Cash y de un jovencito llamado Elvis Presley, con Scotty Moore a la guitarra y Bill Black al contrabajo. Al año siguiente, en 1955, queda anonadado con Elvis, esta vez con Moore a la guitarra, DJ Fontana a la batería y Bill Black tocando el bajo eléctrico. El rock’n roll estaba en pleno proceso de nacimiento y Levon queda completamente estupefacto al observar las potencialidades que ofrece el nuevo sonido, mezcla de hillbilly y rhythm and blues.

Animado por los nuevos aires musicales que iban pergeñandose, Levon funda su primer grupo los Jungle Bush Beaters. Por aquella época, Levon, deslumbrado por el baterista de Jerry Lee Lewis, Jimmy Van Eaton, empieza a considerar seriamente tomar las baquetas y convertirse en baterista. Algo que pone en práctica con sacrificio, tesón y pasión.
En 1957, la vida cambia de manera radical para el joven Levon, cuando se topa con Ronnie HawkinsThe Hawk”, un intérprete explosivo de rock’nroll quien acaba enrolando a Levon en su banda como baterista, para iniciar una gira por Canadá. Allí, la magia y la química empieza a imbuir a los Hawks, el nombre de la banda de Hawkins. Richard Manuel, Robbie Robertson, Rick Danko y Garth Hudson, cuatro muchachos canadienses, comienzan a desplegar sus virtudes musicales junto a Levon, configurando la banda de acompañamiento del Halcón: fueron los Hawks desde primeros de los sesenta. Los hawks tuvieron tanto éxito en el circuito canadiense, que se convirtieron en la mejor banda del país y una referencia musical esencial. Tal es así, que abandonan a su mentor y alzan el vuelo en solitario, pasando a llamarse Levon & The Hawks.

El resto ya está inscrito en letras de oro en la historia de la música popular norteamericana: la primera gira eléctrica con Bob Dylan en 1965, su reclusión en Woodstock y la aparición de The Band un grupo absolutamente irrepetible, completamente personal y con sonidos puramente originales

 

Levon, tras la separación del grupo en 1976, comienza a grabar en solitario (destacando el divertido Levon Helm and the RCO All Stars, publicado en 1978). En 1983 reúne a sus compañeros de The Band (excepto Robbie Robertson) y vuelven a la carretera, publicando, además tres álbumes de estudio. La reunión queda ensombrecida por el suicidio de Richard Manuel, durante una gira en 1986.
A partir de los noventa, y con Levon diagnosticado con un cáncer de garganta, su actividad musical decae, aún a pesar de que, hasta que las sesiones de radiación se lo permitieron, continúa dedicándose con pasión a la música organizando reuniones musicales en su casa de Woodstock, las famosas sesiones de Midnight Ramble, en las que tocan amigos insignes de Levon. Estas reuniones contaban con la participación – y todavía lo siguen haciendo, después de que Levon haya superado su tumor y haya recuperado el 80 por ciento de sus facultades vocales – de Larry Campbell, Amy Helm _la hija de Levon -, Teresa Williams, Brian Mitchell o Little Sammy Davies. Como invitados estelares han tocado gente como Elvis Costello, Allen Toussaint, Dr John, Rickie Lee Jones……

La devoción por la música de Levon, habiendo superado el cáncer que le llevó a pensar que no podría cantar de nuevo, continúa asombrosamente intacta. Todavía sigue organizando sus reuniones musicales y acaba de publicar su primer disco después de 25 años, absolutamente delicioso.
Levon, sin lugar a dudas mi baterista favorito y una de las voces más emocionantes que he tenido el placer de saborear, representa como nadie la perfecta combinación del espíritu musical sureño, aunando las influencias más poderosas que se pueden inhalar en el delta del río Mississippi.
Un héroe musical en toda regla.
Levon Helm no puede morir. Probablemente sea de los pocos artistas sobre quienes mantienes una relación casi íntima y personal, evidentemente solamente espiritual. Levon Helm personifica todo lo que yo amo en la música. Ejemplifica lo que siempre he buscado en la música y lo que sigo buscando con fervor: Pasión, entrega, alegría, disfrute.
Levon Helm seguirá conmigo. Necesito de su vitalidad indispensable.