Siempre resulta un motivo de gran satisfacción poder apreciar una nueva obra artística de nuestro amigo Miguel Bañón. Sin embargo, en esta ocasión, nos encontramos frente a algo realmente especial, ya que, en su más reciente proyecto, se ha unido con Inma Alcázar para crear un fascinante compendio de canciones donde las voces de Inma y Miguel acaparan todo el protagonismo. La pareja de artistas tuvo la gentileza de concederme una entrevista para RequeSound.
Y algo mucho más interesante para mí: invitarme a cenar en su casa. 🙂
Consiguieron agasajarme con unos estupendos burritos de chile con carne, acompañados de una de las deliciosas salsas picantes que prepara el propio Miguel. Cervezas, tomates y café. Todo delicioso. Durante la cena estuvimos hablando de diversos temas. De las peculiaridades y forma de preparar esas salsas. De café y las gangas del Cash Converter. Y de otros proyectos musicales afines, que les sirvieron de inspiración para el proyecto conjunto.
Excelente preludio para nuestra posterior conversación sobre Huracán y Dana y su nuevo álbum titulado “Sirius» (Perdición – 2023).
Chus: ¿La elección del nombre? ¿Por qué? ¿Muy catastrófico?
Miguel: Un torbellino total. Me planteé un nombre nuevo, pero como ya tenía un bagaje ahí, como huracán, pensé que podíamos mantener un poco rollo Huracán y sumarle…
Inma: La Dana
Miguel: La Dana. Al final resultó una dana. Es un juego de palabras. Ahora se conoce por dana a una tormenta o una riada. Pero el nombre de dana, de la riada, viene de una diosa celta, que es la diosa de las aguas, y por tanto de la vida, porque el agua es la vida. En fin, tiene una dualidad su significado que me pareció que tenía gracia. Combinar un huracán con una dana tiene una connotación curiosa. El contenido del disco es vitalista, animado y pretendidamente con chispa.
Inma: El disco habla mucho de la naturaleza. Está muy enraizado con la naturaleza. Un huracán y una dana son dos energías complementarias. Se complementan como se podrían complementar las voces en el disco. Una energía alimenta a la otra.
Miguel: Energía destructiva en el caso de la naturaleza, jaja. En el nuestro no.
Chus: Escuchando el disco, creo que tiene un mensaje muy positivo en todas las canciones. Todas las canciones son de buen rollo, de alegría, de esperanza y de un cambio a mejor.
Miguel: Hay distintos matices, pero sí, en general, en total, sí. Es un disco vitalista. Hay canciones que tienen su atisbo de tristeza, pero como bien has dicho, siempre hay una vuelta a la esperanza en todas las canciones. Cada canción es un mundo, pero hay canciones que llevan ese rollo irónico que yo ya tenía de antes. Estoy hablando yo porque soy compositor de las canciones. Pero podríamos hablar los dos porque la forma de componer las canciones ha sido pensando en Inma. En muchas de las canciones ella asume la voz principal y yo la armonía vocal, por lo que las canciones están concebidas pensando en su personalidad y en que ella se pueda identificar cantándolas. Seguramente no habría hecho las mismas letras pensando que las fuera a cantar yo. Las hice pensando en que las iba a cantar ella y van con su personalidad. Y eso se nota. Ella es así. Las que canto yo a veces son un poco más cínicas porque soy más cínico y menos…
Inma: Positivo?
Miguel: No, siempre he sido positivo haciendo letras. Pero soy más irónico, más con vuelta. Por ejemplo, hay una canción que va de un borrachín abrazado a una farola por la noche. Todas esas cosas siempre están vistas desde un lado cariñoso respecto al personaje. Hay canciones que cantamos a medias, que tienen cierta revisión crítica del signo de los tiempos en la realidad actual, como en «El futuro ya llegó». Siempre desde un punto de vista casi complaciente, casi como diciendo, vamos a tratar las cosas desde un punto de vista que podamos llevarlo a algo ligero de carga. Hay una oda, «Canción de la tierra», una oda a nuestro paisaje. Nuestro paisaje no es el paisaje verde de Asturias. Normalmente se asocia el paisaje bonito al paisaje verde con agua y tal. Creo que nuestra tierra tiene una poética y una cosa especial. Tenía ese resquemor o esa deuda. Hacer una letra como una oda a nuestro paisaje, a nuestro secarral y a todo lo que lleva detrás. Todo ese esfuerzo humano, ese punto dramático. Pero tampoco lo llevo al drama, sino que siempre, insisto, vuelvo a darle la vuelta para que la cosa sea desdramatizarlo todo. De hecho, es en lo que hago hincapié. En la poética y lo bonito de nuestro paisaje. Muchas veces las cosas no son tal cual nos las pintan, como deberían ser, sino que cada uno tiene su propia interpretación de la realidad.
Inma: Hay una necesidad de mirar hacia adelante. El disco se ha hecho después de la pandemia. Yo creo que a todos nos ha cambiado de alguna manera la vida. Sabemos cuál es nuestra casilla de salida y dónde estamos. Que hay cosas que no se pueden modificar, que son las que son. Siempre con esa vista, esa mirada hacia el futuro o hacia el mismo presente de una forma positiva. Bueno, pues esto es lo que hay y se puede. Se puede seguir hacia adelante, se puede ver de una manera constructiva y…
Miguel: Un ejemplo de eso podría ser «Los buenos tiempos», que habla de que los buenos tiempos volverán. Hay otra canción llamada «Para volver a empezar», que es un poco darle la vuelta a esa tortilla de todas las crisis, que se sale mejorado. Hay muchos tipos de letras, en todas ellas se transmite un rollo positivo. También está el rollo pizpireta que a mí me gusta tanto, como en «Vaya noche». Una pareja que se han enrollado y no saben cómo ha pasado, quizás por los efluvios del alcohol, pero no se arrepienten.
Inma: Es una cosa graciosa.
Miguel: Como si fuera una comedia romántica, jaja
Chus: Están ahí como con miedo, que no saben si eso va a ser el final, o el principio.
Miguel: Efectivamente , puede ser el final y puede ser una cosa de una sola noche, pero no obstante, ha estado bien.
Chus: En la canciones que ha escrito Miguel, que las ha escrito para ti, Inma, ¿Te sientes identificada?
Inma: Si! Muchas de las canciones del disco para mí son como mantras. Puedo concentrarme muy bien en la letra y fluir con la música porque, como dice él, yo no tengo, no tengo vuelta. Entonces…
Chus: ¿No tienes vuelta? ¿qué significa eso?
Inma: No tengo vuelta porque me gustan las cosas claras. No me gustan los retorcimientos. Son canciones sinceras, son canciones explícitas. Me siento cómoda expresando esas letras. Creo que hay una sintonía entre Miguel y yo a la hora de evocar o de transmitir lo que quieren decir esas canciones. Hay una forma, al cantar juntos, en el que hay implícito ese sentimiento de la canción que va más allá de la letra. Va con la melodía, va con la música, con la voz de Miguel, como transmite Miguel… Para mí es cómodo dejarme llevar ahí, como si Miguel fuera un poco el vehículo, la canción fuera el vehículo y la letra fuera pura anécdota y transmitir el sentimiento que quiere evocar.
Miguel: Hay canciones que, tanto la letra como la música, tienen ese rollo que dice, cualquier inconveniente, vamos a dejarlo atrás y vamos a pintar un nuevo cuadro mucho más colorido. El invierno terminó, atrás quedan las sombras y la indecisión. No lo pienses más, me tienes que pintar un paisaje lleno de color. Todo lo que podemos haber pasado anteriormente pasado está. Estamos en una nueva realidad, un paisaje nuevo, donde tenemos que positivizar todo.
Inma: También me siento cómoda porque, amén de todo, yo soy fan de Miguel. Siempre me ha gustado lo que ha hecho, por lo que no es difícil para mí cantar sus canciones.
Chus: Para ti, imagino que debe ser un gran subidón, super guay cantar con Miguel. Además, era la primera vez que has cantado en un disco, o en público.
Inma: Sí, sí, la verdad que…
Chus: Habías cantado en la ducha, jeje, pero …
Inma: Había cantado a escondidas porque, claro, Miguel es mi pareja y yo no quería que me escuchara cantando. Yo desafinaba muchísimo, jeje, y Miguel tiene un oído muy fino, que cualquier desafine le duele, le molesta. Entonces, yo siempre he cantado en sitios así como la ducha o el coche. Siempre me ha encantado la música y cantantes que se nota que que tienen ese don y que les sale la voz de forma natural. Cantar con Miguel, aparte de ser un músico al que admiro, coincide que es mi pareja. Entonces hay una combinación bastante potente… y sí, bastante curiosa. Miro atrás en el tiempo y digo «jolín», desde que yo conocí a Los Marañones, que haya pasado por ser súper fan de ellos, tener una relación de pareja con Miguel y que ahora acabe cantando con él, pues la verdad es que, jeje, me parece extraordinario y muy bonito a la vez. Me parece destino.
Miguel: Realmente, como no había cantado nunca, pues yo no sabía ni cómo cantaba. Esto surgió cuando empezamos a aburrirnos aquí, que estábamos confinados y se nos ocurrió grabar algunas canciones juntos, versiones de canciones que nos gustaban. Entonces yo ví varias cosas. Hay muchos cantantes, o cantantas si hablamos de chicas, muy virgueras, que hacen muchos trinos y requiebros y lo que tú quieras. Pero luego, a la hora de compactar voces, armonizar voces, les cuesta. No porque cantes como solista estás dotado para desvincularte de la voz que tienes al lado y poder armonizar, es decir, hacer dos voces distintas. Es una cosa que a mí siempre me ha llamado mucho la atención. Poder hacer dos melodías compatibles diferentes y ese tipo de juego de voces. Y descubrí cuando empezamos a cantar juntos, que Inma podía hacerlo. No sin esfuerzo, pero que podía hacerlo. Con lo cual la riqueza armónica es mucho mayor que cuando cantan tipo … ¿Yo qué sé? ¿Amistades Peligrosas o Pimpinela? Este tipo de dúos que cantan al unísono? Lo veo un desperdicio. Siempre me ha gustado, pues ese tipo de juegos vocales que hacían los Everly Brothers. Simon & Garfunkel y miles de grupos … Gram Parsons con Emmylou Harris… Y me dí cuenta de que Inma estaba capacitada para hacer ese rollo. Por otra parte, el que ella cante sin ningún tipo de barroquismo, es decir, sin ningún tipo de giro vocal afectado, porque ella canta de una manera muy sencilla pero honesta. Su voz transmite algo especial sin tener que hacer ese tipo de cosas, ¿no? Me pareció perfecto porque es lo que a mí me gusta. Para que podamos hacer algo sencillo que no tenga florituras vocales, pero que al mismo tiempo sea una cosa vocalmente complicada en cuanto que creamos mucha música sólo con las dos voces. De hecho, el disco está concebido para que no haya muchos instrumentos. Básicamente hay batería, bajo y guitarra acústica y luego a lo mejor un instrumento que se suma. En caso de algunas canciones de un pedal steel, en otras de un piano y en otras un órgano hammond. Pero el disco, en cuanto a producción, es súper sencillo. No hay ni un solo de guitarra, lo cual es ¿el antihéroe guitarrístico?
Inma: Anti hero! (Con acento americano) (risas)
Miguel: No hay ni un solo de guitarra en el disco porque yo quería que las voces fueran las protagonistas. Es un rollo conceptual. Que las voces asumieran todos los interludios musicales, por llamarlo de alguna manera, sustituyendo solo o arreglos de violines o vientos, … hacemos como si fueran vientos en algunas canciones, como si fueran violines, en otras, … , pero todo con armonías vocales. Y luego, ese rollo de producción súper sencilla, que mezcla en sí distintos estilos. Hay canciones en las que hay un rollo casi funky o casi soulero, pero la base a lo mejor lleva un pedal steel y una acústica. El disco tiene un concepto muy orgánico, muy acústico, llevando a lo mejor percusiones, que son congas…., pero siempre es como muy orgánico porque habla mucho de naturaleza. Hay un concepto, es un rollo muy conceptual, y me gusta. Hay algunos discos de Ben Harper que llevan ese rollo, muy sencillo, con mucha acústica. Jack Johnson, por ejemplo, también tiene ese tipo de producciones. Michael Kiwanuka… Te pueden meter en rollos mántricos, pero siempre son muy orgánicos y tienen ese punto de mezcla, de…. no son folk ni son funky ni son…, sino que tienes esa mezcla de algo que a su vez es vitalista, esa mezcla de estilos que son bailones y optimistas.
Chus: Precisamente, una de las cosas que había notado al escuchar el disco es que no sabría definir el estilo concreto del disco… ¿country? ¿folk? ¿pop?
Miguel: Hay de todo, hay mucho pop. Hay bossa, pero no es bossa, ¿es bossa pop? Hay…
Inma: country…
Miguel: Hay country. Pero no es country profundo, sino que es country rock, por así decir. Tampoco hay mucho country en realidad, prácticamente en una sola canción, “Canción de la tierra”. Hay canciones que son funky pero no con guitarras eléctricas con wah-wah, lo que tú evidentemente podrías esperar de un funky, sino que es un funky que lleva guitarra acústica y a lo mejor está asumiendo el bajo un protagonismo de arreglos, o las voces, como decía antes. Es un rollo, en cuanto a la producción y al concepto de las canciones que no es evidente, creo. Lo que estamos haciendo no es etiquetable.
Inma: Es una constante de Miguel como músico, no clasificarse. Es algo que no lo piensa, pero que está siempre. Es como esa necesidad de “no vamos a clasificarnos, no vamos a tener una etiqueta, vamos a hacer lo que nos gusta”.
Miguel: Pero no es un empeño.
Inma: No, no es un empeño, es algo inherente.
Miguel: Cuando yo hago algo no intento hacerlo enfocado a esto o a este público tal. Sino que intento hacer un compendio, que creo que es lo que debe hacer cualquier artista, un compendio de todo el bagaje que tiene, todo el stock que tiene en cuanto a cultura musical detrás. Y claro, me gustan tantos tipos de música que no me puedo limitar a hacer un disco de heavy o de rockabilly. Aunque me empeñe en hacer lo contrario, finalmente no me sale, lo tengo comprobado.
Inma: También creo que es uno de los atractivos de la música de Miguel, tanto con Marañones como con Huracán. Cuando escuchas un disco de Marañones, aunque lo hayan sacado hace dos o tres años, sientes esa atemporalidad. Siempre. Creo que es algo que define su música y es una de las cosas que te engancha. Sabes que van a hacer algo nuevo pero que te va a sonar a Marañones, y cada canción tiene su propia independencia dentro del disco. Creo que mantener en el tiempo esa actitud artística no es fácil y creo que es uno de los puntos fuertes de su creación.
Chus: Yo estoy totalmente de acuerdo. Yo soy fan desde chico. jaja
Inma: Lo sabemos.
Chus: Escuchando Sirius, sí que reconozco un estilo propio, que lo he visto en la canciones de Sirius, y se puede reconocer claramente que son canciones tuyas. Suena a Marañones, a Huracán, a Miguel Bañón.
Miguel: Hay una condición que pienso, que considero personalmente, que tiene que tener un músico, y es que debe tener una personalidad propia. Aunque intente emular cosas, beba de fuentes, o tenga una influencia más o menos potente, tiene que tener su propia personalidad. Incluso un grupo de versiones. Luego están los grupos de tributos, que no tienen ningún tipo de personalidad, que intenta emular exactamente lo que era el grupo ya fuera los Rolling, los Beatles o el grupo que sea, los Héroes del Silencio, o los Hombres G, jaja
Chus: O Fito y Fitipaldis, que también hay tributos a eso, jaja
Miguel: También. Uno se pone la misma gorra que Fito y el otro se viste de Enrique Bunbury. En fin, eso es otra cosa, otra liga, otra música para mí. Yo creo que un grupo debe tener creatividad y personalidad, tiene que dar su propia impronta a las canciones. Ya sean sus propias canciones o si deciden hacer versiones, al menos deben imprimirles su propia forma de interpretar la canción, darle su enfoque personal. Y ahí es donde surge algo nuevo. Están haciendo algo nuevo, incluso si es una canción que ya conocíamos, es posible que al principio no la reconozcamos y eso es aún mejor. Eso es lo que hace Dylan. Cuando toca sus canciones, puede pasar un minuto de la canción y todavía no sabes qué canción es. Se está reinventando a sí mismo. Creo que siempre la música debe ser creativa, a menos que quieras que sea como un reproductor de música que reproduzca sentimientos nostálgicos.
Inma: Cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿no?
Miguel: Una cosa regulera.
Inma: Sí porque mira hacia atrás y no hacía delante.
Miguel: Que alguien tenga su propia personalidad para mi es uno de los valores principales. Pueden tocar mejor o peor, pero eso no cuenta tanto como que tengan su impronta. Creo que eso es esencial. Estar escuchando una canción y notar que son ellos porque tiene su sello, su propia forma de cantar, esa guitarra… es inconfundible, son Fulanito de Tal. Hablando de Dylan, oyes su voz y dices «Es Bob Dylan». Ese tipo de voces siempre tienen un algo. Es una voz tan personal y tan … es inconfundible. Oyes la voz de Neil Young y pasa igual. Oyes la voz de Neil Young y dices, » coño, es Neil Young». Ese tipo de voces ya está metiendo el ingrediente, un ingrediente muy importante en cuanto a lo personal. No sería lo mismo que Dylan hiciera una canción de Los Heroes Del Silencio, bueno… sería de Joaquín Sabina jaja, a que la haga un grupo tributo… siempre le sonaría distinto.
Inma: Sonaría muy distinto.
Chus: Lo que decías de Dylan, sus propias canciones las reinterpreta en cada concierto.
Miguel: Siempre se está reinventando, es una cosa impopular realmente. Pero para mí es loable. A lo mejor podía hacer un poquito más de concesión al público, que hace pocas, pero a mí me parece estupendo que el tío diga, «No, yo no voy a repetirme haciendo las canciones siempre igual». Lleva toda su vida cantando las mismas canciones, bueno, tiene un cancionero bastante extenso, pero que las vaya desarrollando y llevando a otros sitios, a otros lugares, me parece estupendo.
Inma: Como algo que está vivo.
Miguel: Me parece estupendo.
Inma: Sin Concesión total al público, sino que rompe mentes, no? Un poquito.
Chus: ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Lo grabasteis aquí?
Miguel: Sí, la grabación la hicimos aquí en mi estudio. El disco se fue un poco configurando, definiendo, sobre la marcha. Las canciones las teníamos enseguida. Porque a mí me dan arranques así, y dije “voy a hacer canciones para que las cante Inma”.
Inma: Y así fue!
Miguel: Y en 10 días o 15 tenía todas las canciones ya con sus letras.
Chus: Las canciones y las letras las hiciste tú todas?
Miguel: Sí
Chus: Imagino que le pedirías opinión.
Miguel: Le pedía opinión y le dije que a ver si hacía alguna letra y tal, pero veía que no se arrancaba y al final las hice yo todas. Al principio quería hacer un disco más sencillo aún, solo guitarra acústica y voces. Ya tenía algún disco de Huracán que había sacado en solitario, en ese plan, acústica, armónica y voz. En principio iba a ser así. De hecho, lo primero que grabe fue la guitarra acústica. Luego, dio la casualidad de que tenía ahí unas tumbadoras, unas congas de Pedrín, abajo en el garaje. Y cogí las congas y empecé a tocar congas en las canciones. Me dije «ah, pues algunas quedan muy chulas. Vale, pues vamos a dejarlas.» Pero ya las congas me llevó a «coño, esto me está recordando… ese rollo que tenía Joni Mitchell cuando grabó un disco con Jaco Pastorius y algunos músicos de jazz y que estaba muy chulo». Voy a meterle un bajo, que se sume a las congas, que va a quedar de puta madre». Entonces metí un bajo en la mayoría de las canciones. «Coño, un bajo, … pues. igual batería no estaría mal» Le puse las canciones a dos de los bateristas que tocan conmigo. Raúl García, que toca en Oh Bro! y en muchas de las producciones que hago y a Wichi De Maya también. En fin, se fue complicando la cosa, pero yo no quería tampoco que se complicara demasiado. No quería solos de guitarra ni guitarras eléctricas. Entonces, a parte de ese rollo, y de las percusiones (congas, shaker, pandereta…), pues ya dije, «bueno, pues vamos a meter algo que dé un ligero toque de color distinto en algunas de las canciones, no?» Entonces, como en verano grabamos con Ángel Galera, un paisano mío de la Puebla, que toca la guitarra de puta madre y el pedal steel. En verdad hacemos muchas grabaciones con el pedal steel con él. Dije «bueno, vamos a hacer algunas canciones donde entre pedal steel. O que no entre, pero que entre en contraste.» Porque, por ejemplo, «De color», que es una canción más bien tipo funky, un poco. Pues ¿un pedal steel en funky? Parece que no es muy al uso. «Vamos a grabar pedal en canciones en las que no venga muy a cuento, o en la country, que sí que viene a cuento.». Una que sea como muy ambiental, que el pedal steel da como el viento… Y contribuyó porque un pedal steel, es casi como una orquesta de violines, una sección de cuerdas. Esa sensación que da con esos slides y glisandos tan largos y tal. Entonces metimos el pedal steel en cuatro o cinco canciones y piano en un par.
Chus: Y hay un hammond también, ¿no?
Miguel: Por ahí hay un hammond en un par también. Sí. así es.
Chus: ¿Quién participa en el disco, entonces?
Miguel: Pues está Quino Lucas, que toca el hammond y el piano. Ángel Galera al pedal steel. Wichy de Maya, que toca la batería en la mayoría de las canciones, Raúl García, que la toca en “De Color” y “El futuro ya llegó”. Y que yo recuerde nadie más.
Chus: Y hay otro participante. Filemón. Filemón ha hecho la portada y algunas fotos.
Inma: José Filemón cuando escuchó las canciones tenía clara la parte visual del disco. Nos ha ayudado a elegir el vestuario, que lo ha confeccionado Mari Carmen Emecé. Las fotos e incluso la grabación de un videoclip, de la canción “De color”, son a cargo de Jose. Él lo tenía muy en mente y desde el principio nos dijo que quería hacerlo. Creemos que ha quedado una cosa muy bonica.
Chus: Os ha quedado un video muy curioso. Muy «vintage». ¿Cómo fue la grabación con Jose Filemón? ¿Dónde habéis aprendido esos bailes tan molones?
Miguel: Pues pasamos un día de huerta estupendo en casa de Rocío y César Salcedo, y un arroz con conejo de campeonato incluido.
Filemón tenía una idea bastante clara de lo que quería hacer y de la puesta en escena del vídeo, ese aire bucólico con alternancia de primeros planos y paseos, costumbrismo y naturaleza.
Lo de los bailes fue cosa mía. Quería que en el vídeo pasaran cosas y tuviera movimiento. Habíamos visto hacía poco un vídeo de “Marathon” con Chuck Prophet y Stephanie Finch bailando y llenando la pantalla, y nos gustó la idea.
Lo de combinar bailes más frenéticos con otros relajados, un poco Tai Chi, lo vimos en la escena final de la peli “White noise” y me encantó, aunque también hay de eso en el inicio del musical “Hair”.
No es que seamos grandes bailarines como para hacer una coreografía de libro, pero nos lo pasamos muy bien y creo que quedó un vídeo bastante divertido.
Chus: El nombre del disco es Sirius. ¿Es una estrella? ¿Qué significa?
Miguel: Sí, es una estrella. Es la estrella más luminosa del firmamento, quitando los planetas que están más cerca y que quizás puedan brillar más, la estrella más luminosa es Sirius, que en realidad son dos estrellas muy luminosas.
Chus: Como vosotros!
Inma: Doble, que somos dos.
Chus: Y ¿Por qué se llama así el disco?
Miguel: Pues fue el devenir de las cosas. No lo teníamos claro cómo se iba a llamar el disco, ni el aire que iba a llevar. Unas cosas llevaron a las otras… hicimos el rollo de la imagen del disco y de la puesta en escena, el vestuario que nos cosió Emecé… los bordados eran con estrellas y con …
Inma: Platillos volantes. Un poco cósmico todo.
Miguel: Platillos volantes, planetas… Todo fue ligando un poco. Habíamos estado viendo las estrellas ese verano con Ángel Galera, que ha tocado el pedal steel, examinando el firmamento. En fin. Ha habido como una confluencia de ideas que al final nos han llevado a llamar al disco como la estrella más luminosa del firmamento, con todo lo que puede conllevar, lo que puede transmitir, con la sensación general del disco. Mirar hacia arriba, mirar al cielo siempre es mejor que ir con la cabeza baja. Yo creo que el disco es un poco ese sentimiento. No es una cosa directamente vinculada a las letras, pero sí al aire general del disco, a ese rollo conceptual que te decía antes.
Chus: Próximos conciertos. ¿Vais a presentar el disco en directo?
Miguel: Hicimos un preestreno en Bullas el pasado 20 de mayo, en una bodega pequeña. Y la presentación en Murcia capital en la Yesería, el día 2 de junio.
Chus: Vais a ir los dos solos o vais a acompañaros de vuestros amigos en directo?
Miguel: Vamos los dos solos porque, como expliqué antes, el disco estaba concebido inicialmente para guitarra acústica y dos voces. Así es como todo comenzó. Las canciones funcionan perfectamente de esta manera, de hecho, funcionan fenomenal. Las versiones con más instrumentación ganan en ciertos aspectos y pierden en otros, y viceversa. Ambas versiones tienen su encanto. Siempre he dicho que cuando una canción suena con una sola guitarra, es porque la canción está bien. Aún no hemos tenido ningún ensayo… bueno, sí, hemos hecho una especie de prueba en petit comité con unos amigos. Creo que funciona perfectamente. Ese estilo subliminal que tiene el disco, difícil de definir, encaja muy bien con una guitarra acústica y las voces, ya que estas últimas son realmente las protagonistas, las que realizan todos los arreglos.
Chus: ¿El disco ya se puede escuchar en las plataformas? ¿Se puede comprar?
Miguel: En Murcia está en Discos Tráfico, en Discos Comix y en Loco Loco Vintage Shop.
Está en Bandcamp, para descarga y para encargarlo también en formato físico. También se puede comprar desde nuestra página de Facebook. Y está en todas las plataformas. Creo que todas las habidas y por haber. Youtube music. Spotify, creo que Tinder, no sé, no me las sé todas. En Tinder no.
