Hubo una vez una región española irreductible en su resistencia frente a los impostores del rock…………..así podría comenzar una historia épica para describir el reducto infranqueable de Murcia, como cuna de una extraña familia que se dedica a hacer rock and roll, simplemente, pero que lo hace bien, sin guiños al sistema comercial y sin más pretensiones que pasarlo en grande y producir música decente, algo que cada vez escasea menos, y, sobre todo, en estos tiempos de una cantidad saturante y una calidad asustante, por lo deficiente, claro.
Uno de sus más insignes resistentes al invasor es Joaquín Talismán, viejo conocido por estos pagos, sobre todo por haber pertenecido a Los Marañones. Siempre será recordado su trabajo en el directo de la banda murciana y, sobre todo, su guitarra, amplificando a la de Miguel, en el disco “Matando El Tiempo”, el inolvidable trabajo de Marañones.
La trayectoria de Talismán ha sido frenética, colaborando paralelamente en varios proyectos a la vez, fundando su propio sello, en definitiva, buscándose la vida y ejecutando música especialmente cálida, con esas cadencias melódicas que parecen el sello del reducto murciano y que explosionan en guitarreos de rancio abolengo rocanrolero, como deja patente su último trabajo, titulado “Incomunicación”, junto a su banda Los Chamanes, entre los que se encuentran mis queridos Carlos Campoy (teclista habitual de Talismán, colaborador en sus dos trabajos anteriores en solitario) y Román García – ¿hace falta su presentación?-
El disco es un compendio de buenas canciones, sólidas, cercanas, con textos bien construidos y se hace repentinamente tuyo, como si lo hubieras escuchado toda una vida. Y esas melodías en temas como “La Última Gota”……..me desarman completamente. Qué decir de su guitarra……..un disco de guitarras, fundamentalmente. Yo aún diría más, un disco de guitarras, fundamentalmente
En primer lugar y ante todo, enhorabuena por el flamante disco que acabas de publicar. Deseo comenzar así, para que observes que realizo la entrevista desde el placer que el disco me ha proporcionado. Observo que has tardado dos años en grabarlo ¿No es mucho tiempo? Me gustaría saber porqué has tardado tanto
Hay varias razones:
La primera, que soy lento en todas las facetas de mi vida. Y lo que es peor, me gusta serlo.
La segunda es que la grabación sufrió un parón de unos meses por traslado del estudio en el que se ha grabado (RockSound) y del que soy co-propietario.
La tercera es que no he parado otras cosas para dedicarme solo al disco, como a veces se hace, si no que he seguido tocando con mi grupo y con otros proyectos en los que trabajo, como Ross, Fernando Rubio y Rumor, y además durante unos meses compaginé sesiones de Incomunicación con las del último disco de Rumor, que se grabó y mezcló también en el mismo estudio.
Me llama mucho la atención, tu diversificación, casi diría ubicuidad, en varios proyectos musicales paralelos ¿eres hiperactivo?
Pues no lo sé, tal vez debiera hacerme analizar la cabeza, aunque ya te digo que en realidad yo tengo la sensación de ir con mucha calma. Es cierto que he participado en muchos grupos, y continúo haciéndolo, pero cada vez que estoy tocando o grabando en cualquiera de las cosas en las que trabajo me concentro mucho en eso, en el sonido que necesita ese grupo o esa canción y me olvido de lo demás, tal vez ese sea el secreto.
El disco suena muy guitarrero, tu guitarra suena de maravilla ¿vuelta a las raíces – teniendo en cuenta también que vuelves con Los Chamanes – ¿porqué ese deleite con la guitarra? Que conste que me encanta, un disco muy roquero
Me apetecía mucho hacer un disco de rock. Puede que sea un efecto rebote después de un disco tan sentimental y con un sonido bastante más elaborado como es “El gallinero del Cielo”, mi anterior trabajo.
En realidad empecé en la música como guitarrista. Lo de componer y cantar vino después. Muy poco, pero después. Supongo que en este disco me he dejado llevar por la apetencia de disfrutar del instrumento que en realidad sigue siendo mi favorito. En el fondo me siento más como un guitarrista que compone y canta, que como un compositor que se acompaña con la guitarra. Es casi lo mismo, pero hay una sutil diferencia que marca la idem. De todas formas veo “Incomunicación” como un álbum de canciones. El hecho de que me apeteciera hacer un disco de rock también influye para que la guitarras tomen un papel más importante en el sonido de los temas.
Hay un tema, “Diciembre” que me recuerda – ya empezamos – a George Harrison ¿quizás un homenaje velado?
Soy fan de Harrison en privado y en público. Me ha influido, como algunos otros, de forma importante. También es curioso el hecho de que siempre que usas la escala mayor en el slide con un sonido relativamente limpio de guitarra, es bastante habitual que nos evoque al sonido de Harrison, supongo que debe haber sido el primero que usó ese recurso y se nos ha quedado grabado en la memoria colectiva.
Los Marañones siguen presentes en el disco, con Román García y Carlos Campoy como miembros de Los Chamanes. Por cierto, los teclados de Carlos son excelentes y añaden un sonido que me encanta……..Por lo demás, existe un clan de músicos murcianos que son intercambiables en muchos proyectos tuyos, Ross, José Filemon, Carlos Tarque…….algo así como “Uno de los nuestros” ¿no?
Es una buena comparación, aunque nosotros llevamos una existencia más tranquila, je, je…
Es cierto que existe un círculo (en realidad supongo que debe haber más de uno) de músicos a los que nos unen nuestros gustos musicales y colaboramos mucho unos con otros. En torno al sello Perdición (que creé en el año 2002 para publicar mi primer trabajo) hay ya el suficiente movimiento y catálogo como para empezar a pensar en giras del sello, y otras cosas con las que fantaseo de vez en cuando.
¿Porqué “Incomunicación”? me refiero al título del disco, claro……….por otro lado la letra rezuma ironía…….
Por un lado es el título de la canci&oac