Después de cinco años sin publicar un trabajo, Los Marañones se descuelgan, justo antes del mal sueño del que todavía no hemos despertado, con un nuevo disco que tiene por título “La Máquina del Tiempo”, reminiscente de la obra homónima del escritor británico H.G. Wells. La reiterada referencia del grupo murciano al tiempo, en diversas variantes, me permite reivindicar la atemporalidad del mejor grupo de rock en español, pese a quien pese (y opiniones mediante, pero esta es la mía). A pesar de la pandémica realidad, no puede pasar desapercibido uno de los mejores trabajos publicados este año. 

¿Alguna referencia oculta en el título del disco? ¿referencia a HG Wells? De todas maneras, es una constante en vuestro trabajo las referencias al tiempo……¿de qué viene y a dónde va esta obsesión por lo fugaz?

Román: La de H.G. Wells es la que viene a la cabeza al leer el título, claro, pero, como suele ser habitual, se puede entender de muchas maneras. La canción habla en concreto de viajes en el tiempo en una máquina que puede ser la de cualquier novela, serie, tebeo o película, pero con el título del disco hay mucho más juego. Un reloj o un buen batería como Pedrín pueden ser también máquinas del tiempo.

Miguel: Creo que es algo que nos viene dado de forma natural. A la hora de plantear un disco, solemos hacer una recopilación de canciones entre bastante material teniendo en cuenta una idea global en cuanto a música y letras. Curiosamente, en este disco nos dimos cuenta de que el contenido, entre otras cosas, rondaba la relatividad temporal. Estuvimos tentados de eludir el tema para no hacernos pesados o reincidentes en ello, pero decidimos y asumimos que es algo que nos concierne. Probablemente necesitemos alguna sesión de psicoanálisis para saber el por qué.

El disco está producido por Miguel, creo recordar que desde “Historias sin principio ni final”, es Miguel el encargado de la producción….¿alguna razón en concreto? ¿querencia personal o asunción de responsabilidad?

Miguel: Si no me falla la memoria, excepto dos discos que produjo Paco Trinidad y otro en el que lo hizo Carlos Martos, he sido el productor en el resto. Empezamos así, el resto del grupo me lo ha ido consintiendo y he asumido el rol desde hace años. 
Creemos que es importante que el productor entienda la idea del grupo y de cada uno de los discos. También cuenta la posibilidad de trabajar con el grupo estrechamente (y tanto) desde la preproducción. Busco cada vez más tener una visión con perspectiva del asunto y no dejarme llevar por mi condición de músico integrante. Normalmente hablamos previamente del enfoque que va a tener la nueva producción y curiosamente nos ponemos de acuerdo.
La producción en este disco ha dado cierto giro que no habíamos practicado desde el 2004 con “El mundo al revés”. Llevábamos muchos discos sonando sin artilugios, intentando ser lo más fiel posible al sonido del grupo tocando en una especie de ejercicio de sencillez. Así que en este el cambio ha sido también un incentivo.

Román: Trabajar con productores como Paco Trinidad o Carlos Martos (incluso Fino Oyonarte, que coprodujo con Miguel nuestra primera grabación), nos ha enseñado mucho, a veces incluso a saber lo que no queremos hacer, y Miguel siempre ha estado muy atento a toda la parte técnica del proceso. De hecho, en los discos que pone «Producido por Los Marañones», eso sólo significa que los demás hemos dejado hacer a Miguel, que es el que sabe.

Me llama particularmente la atención, la estructura tan trabajada de las canciones y su duración….una media de cuatro minutos, con la espectacular “Hoy me siento bien” de seis minutos, ni más ni menos…¿A qué se debe esta onda expansiva?

Miguel: El concepto del disco anterior (“A contratiempo”) había sido el de canciones frescas, cortas y bastante yeyé. Recuerdo que en la presentación de dicho disco tuvimos una charla en la que propuse hacer el siguiente más progresivo y psicodélico, más denso, puesto que teníamos material de esa onda y podíamos hacer más canciones nuevas siguiendo dicha pauta. 
También ocurre que en los ensayos y en directo solemos hacer desarrollos instrumentales más largos que en los discos, así que decidimos aplicarlo a este sin cortarnos mucho. Sabemos que muchas canciones del disco superan el tiempo máximo estipulado por las radiofórmulas. Incluso que la duración total de este, de prácticamente una hora, puede ser excesiva para el vertiginoso estilo de vida actual. A lo mejor es una reivindicación en este sentido.

Permitid que os pregunte por el proceso de grabación del disco…..¿empezasteis como siempre, trabajando con Ricardo Perpén la base de las canciones? Me gustaría me comentarais el proceso laborioso para dar con unas canciones tan especialmente trabajadas…….con estructuras sorprendentes.

Miguel: Es complejo, porque no todas las canciones llevan el mismo proceso. Normalmente Ricardo hace sus canciones y yo las mías, en algunos casos son ideas primigenias y en otros no tanto. A estas ideas originales le vamos aportando partes instrumentales, trastocando la estructura, la letra, la melodía o añadiendo una parte central, un puente, una coda… En este disco hay además una canción de Carlos que también tuvo su proceso de síntesis. 
Las letras solemos hacerlas Román y/o yo, pero en este disco hay alguna de Ricardo, de Pedro Jiménez y la de Carlos.
Todo ello procurando no desvirtuar la idea original, sino más bien potenciarla. Pero consideramos humildemente que tanto letras como músicas son siempre susceptibles de transformaciones hasta tener un resultado mejor, o más adecuado para el concepto del disco.

Román: El proceso que hemos seguido en los dos últimos discos es muy parecido. Una vez decidido el aire general que estábamos buscando (yeyé en el anterior, psicodélico en éste), hacemos una selección de unas treinta o cuarenta canciones que podrían encajar, independiente de si tienen veinte años o una semana. De ellas, hacemos una selección final de unas quince canciones en la que empezamos a revisar letras y estructuras. Luego Miguel graba una versión sencilla de las canciones con una guitarra acústica y una voz, y con eso nos vamos al ensayo los cuatro a darles la forma final.

Explicadme eso de “Grabación de baterías: Alberto Belando”……..de los créditos del disco ¿marginasteis a Pedrín? ¿o le mimasteis especialmente?

Miguel: ¡Ostras Pedrín!. Quizá no está bien especificado en los créditos del disco. Las baterías las ha tocado Pedrín y las hemos grabado en AMA Records con Alberto Belando como técnico. Lo hemos hecho así en bastantes discos, ya que Belando tiene un vínculo especial con Los Marañones y nos parece que saca un gran sonido de batería (y de lo que se ponga).

Román: Estamos grabando en el estudio de Alberto desde Extraña familia (2007), y allí nos sentimos muy cómodos. Las posibilidades tecnológicas nos permiten ahora grabar casi todo en casa, pero para que la batería sonara realmente bien teníamos claro que queríamos a Belando en los controles. Él es batería y compositor también y además nos conoce perfectamente, así que estamos en buenas manos.

El disco vio la luz justo antes del período de reclusión forzada…..¿teníais previsto presentar el disco en directo?

Miguel: Sí, se nos cayeron varias actuaciones a raíz del confinamiento, entre ellas la presentación. Solo nos queda esperar a que todo esto pase para resarcirnos y presentar el disco en condiciones, lo estamos deseando.

Román: Esperamos que se pueda anunciar algo pronto.

¿Por qué y para qué utilizaríais una máquina del tiempo?

Román: Una máquina no sé, pero una ventanita al pasado para poder comprobar cómo fueron realmente algunos acontecimientos históricos, sí que sería interesante.

Miguel: Yo cambiaría el condicional del verbo en la pregunta por un presente indicativo. Invocamos continuamente el poder de la imaginación. Nuestra máquina del espacio-tiempo, más que un artefacto, es la mente. No hay más límites que los que tú mismo pongas.

¿Cómo veis la situación de la vida musical en esta gilipollez que denominan  nueva realidad? ¿Y la vuestra en concreto?

Miguel:. La nuestra es una realidad aparte, ni nueva ni antigua. Esto es una espiral frenética que sube hacia abajo, reinventándose para luego reolvidarse y así sucesivamente hasta el paroxismo.

Román: Yo no lo hubiera dicho mejor.

Especialmente balsámicos todo este tiempo, han sido los vídeos de Miguel en acústico, desgranando canciones del disco..toda una maravilla. ¿No sobrevino la ocurrencia de tocar todos juntos a modo desacompasado y a través de plataformas de videoconferencia? Pregunta estúpida, supongo….

Miguel: Gracias por la parte que me toca, he hecho lo posible por estar y manteneros entretenidos. Pues, a día de hoy, la tecnología no permite tocar simultáneamente por videoconferencia. Hay un retardo entre los conferenciantes que lo hace imposible. Y el tiempo, en la música, tiene cierta importancia, se trata de tocar todos a una, preferiblemente la misma canción.

Román: Aunque éste no es precisamente un disco pensado para ser interpretado en formato acústico, siempre hemos pensado que cuando las canciones están bien diseñadas, aguantan con cualquier instrumentación, y Miguel lo ha demostrado de sobra. Al principio sólo había previsto grabar tres o cuatro así, pero entre que se animaba él y lo íbamos empujando los demás, se ha hecho el disco entero.

¿Qué proyectos albergáis, teniendo en cuenta los tiempos que corren?

Miguel: Pues, por ahora, seguir haciendo cosas en redes, conciertos online, cualquier cosa desde casa… y esperar a que todo esto pase para seguir en la brecha, tocar, hacer las debidas presentaciones del disco…

Para finalizar, pregunta que siempre hago….recomendadme un disco con el que os habéis encariñado estos días……

Miguel: Pugwash “The Olympus Sound”

Román: Lou Reed Ecstasy (2000), un disco que descubrí tarde y que estoy volviendo a escuchar mucho últimamente.