The Rolling Stones: Crossfire Hurricane
Las posibilidades comerciales de leyendas del rock son inescrutables e infinitas. En estos tiempos en los que proliferan, como una auténtica epidemia, documentales musicales, sobre todo “biopics” de músicos y grupos considerados como clásicos (algunos de ellos exploran aspectos de músicos más oscuros, pero de indudable valía), les toca el turno a los Rolling Stones. Aprovechando el tirón de su 50 aniversario, se estrenan, de manera simultánea, dos documentales, uno de ellos ya visto repetidas veces por youtube (por supuesto, ya ha sido suprimido), el hasta ahora objeto de culto “Charlie Is My Darling”, de Peter Whitehead.
El documental (con declaraciones jugosas y premonitorias, como cuando Bill Wyman afirma, en respuesta a cuál es su ambición en la vida, que su deseo es convertirse en músico puesto que ahora solamente toca en un grupo) se rodó en dos días, con añadidos posteriores, durante una gira de los Stones por Irlanda en 1965, en pleno despegue del grupo hacia el reconocimiento internacional. Se estrenó en 1966 pero fue retirado casi inmediatamente, por razones todavía turbias y poco claras
El segundo documental “Crossfire Hurricane”, dirigido por Brett Morgen, es una repaso de la carrera de los Stones, un autohomenaje y celebración de sus cincuenta años en la carretera (lo que, por otra parte es un logro laudatorio), un ejercicio ya común entre los alardes mercantiles de las maltrechas discográficas: hacer caja con mastodónticas publicaciones que solamente pueden satisfacer la avidez, un tanto exagerada, de seguidores incondicionales y, por cierto, de altos recursos económicos.
Los Stones, mientras se rumorea de nuevo con una más que probable vuelta a los escenarios, recuperan un interesante “Charlie is My Darling” (sepultado por intenciones aviesas nunca descubiertas, como sucedió con su “Rock and Roll Circus”), un documento valioso visto desde la perspectiva que regalan los años, y se cubren a sí mismos de gloria con ese huracán de fuegos cruzados, del que, me temo, lo mejor sea el nombre.
